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La edad de la mujer, cada vez más es factor de infertilidad

El temor a tener que someterse a complejos tratamientos demora la consulta, y ése es el principal error.  


 

En materia de fertilidad, la edad de la mujer es fundamental: la probabilidad de concebir disminuye con cada año que pasa. Sin embargo, en tres de cada diez parejas que acudieron a la consulta por primera vez la mujer tenía más de 35 años. El dato surge de una encuesta realizada por la Asociación Concebir, un grupo de apoyo para parejas con trastornos en la reproducción, con motivo del Mes Internacional por el Cuidado de la Fertilidad, que se celebra en junio.


 


El relevamiento, efectuado personalmente y vía Internet durante abril, incluyó a 100 parejas con problemas de fertilidad, a las que se preguntó en forma anónima sobre edad de consulta, tiempo de convivencia de la pareja, tratamientos que se les habían indicado y otros datos.


 


Isabel de Rolando es la presidente de Concebir y explicó que “la información es el principal aliado. Muchas personas demoran la consulta por temor a lo que el médico pueda decirles, pensando que inevitablemente tendrán que recurrir a los procedimientos de alta complejidad. Sin embargo, es al revés: si no consultan a tiempo, son menores las chances de tener un bebé con técnicas de baja complejidad. Las parejas deben investigar sobre su problemática, buscar respuestas, para decidir con libertad y autonomía”.


 


A partir de los 30 años, la fertilidad de la mujer comienza a declinar, y después de los 35 años se reduce notablemente la posibilidad de tener un bebé con óvulos propios. Es por ello que cuando la mujer tiene más de 35 años y no logra el embarazo luego de seis meses de intentarlo, tiene que consultar al especialista. Si la mujer es menor, se puede esperar al año. 


 


La encuesta mostró lo contrario: casi el 40% de las afectadas con más de 35 años de edad tardó más de 12 meses en sospechar una dificultad para concebir.


 


Estela Chardón, coordinadora general del grupo, comentó que “el 71% de las parejas encuestadas sospechó que tenía un problema de fertilidad después de un año de buscar la concepción, y efectivamente lo tenían. Eso significa que el consejo popular que dice que ‘la pareja se vaya de vacaciones’ para lograr un embarazo es poco apropiado. En todos los casos, es la pareja la que tiene en sus manos el destino de su familia, buscando una opinión profesional. Esperar una solución mágica pocas veces da resultado”.


 


Falta de información


Otro de los datos importantes que surgieron de la encuesta es que casi la totalidad de las personas con problemas de fertilidad ignora que más del 40% de los casos son solucionables con técnicas de reproducción asistida de ‘baja complejidad’. El 97% de los consultados desconocía este hecho, pese a hallarse sumamente familiarizados con la problemática.


 


El doctor Marcos Horton, presidente de la Sociedad Argentina de Medicina Reproductiva (SAMeR), consignó que “incluso en una población teóricamente informada como la que intervino en la encuesta persisten conceptos erróneos sobre la fertilidad en general o información imprecisa acerca de resultados y tasas de éxito de los tratamientos”.


 


Lo que piden los pacientes


Uno de los temas que mencionaron recurrentemente los pacientes es el de la donación de gametas (óvulos y esperma), algo que antes permanecía en secreto y sobre lo que las parejas se están ‘animando’ a hablar, teniendo en cuenta también su aspecto legal.


 


También reconocen como necesario el apoyo psicológico. Y destacan la importancia de la necesidad de la cobertura de los costos del tratamiento, por parte de las Obras Sociales y Entidades de Medicina Prepaga.


 


Entre las técnicas de baja complejidad se incluyen la estimulación de la ovulación mediante la ingesta de hormonas y la inseminación intrauterina. Se trata de tratamientos sencillos que tienen éxito en 40 a 80% de los casos. 


 


Una escasa proporción de los pacientes debe acudir a las técnicas de alta complejidad tales como GIFT (transferencia de gametas a las trompas), fertilización in vitro (FIV) o ICSI (inyección de espermatozoide dentro del óvulo).


 


Una ley para ser padres 


 


Desde Concebir aseguran que “la infertilidad es una enfermedad que afecta a una de cada seis parejas, y que no está contemplada en la legislación argentina. Los tratamientos de fertilización asistida no están cubiertos por las prestadoras de salud argentinas, y la pareja infértil debe afrontar los costos de los exámenes de diagnóstico, la medicación y los tratamientos para realizar el sueño de tener un hijo”.


 


La encuesta mostró que la totalidad de los consultados está a favor de una ley que prevea la cobertura de tratamientos y honorarios médicos.


 

Redacción

Equipo de redacción de la red de Mundodehoy.com, LaSalud.mx y Oncologia.mx

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