México, D. F., 6 de julio (Redacción Salud Mundo de Hoy).- En México, cada 15 minutos muere una persona a causa de un accidente automovilístico, esto equivale a 35 mil 324 personas al año, según información del año 2000 recopilada parte de la Secretaria de Salud (SSA).
Los accidentes ocupan el primer lugar de mortalidad en la población en la edad productiva, en algunos casos los heridos resultan con discapacidad, lesiones o heridas graves que pueden sanar al 100 por ciento si se tiene intervención quirúrgica oportuna e inmediata.
Debido a la gravedad, la SSA, a través del Centro Nacional para la Prevención de Accidentes (CENAPRA) elaboró la ‘Guía para la Atención Inmediata’, donde se podrá encontrar información sencilla de las mediadas que pueden aplicarse en caso de participar en una circunstancia que ponga en riesgo la vida de la persona.
Con esta guía se espera reducir el número de mortandad de paciente que no reciban atención médica a tiempo.
Entre las indicaciones que se ofrecen en este escrito están: el proteger el área dañada del afectado, valorar el estado de salud del lesionado, así como colocarlo boca arriba y con algún objeto bajo la nuca.
Entre otras recomendaciones está, el asegurarse que las vías aéreas estén limpias, sino es así utilizar un trapo limpio para quitar cualquier líquido o sólido. Si el accidentado vomita, girar la cabeza hacia un costado.
En caso que la persona no esté respirando se debe aplicar de inmediato la técnica de Respiración Cardio Pulmonar (RCP), para reanimar al sujeto.
Hay personas que por la impresión del choque llegan a tener un paro cardiaco, por lo que será necesario dar masaje al corazón –colocar en el centro del pecho el talón de la mano izquierda y encima la derecha, entrelazando los dedos y con los brazos extendidos, oprimir con fuerza y aflojar rápidamente- ésta operación se deberá repetir por cuatro veces seguidas –una por segundo-. Combinando una respiración por cada cuatro masajes.
Para evitar que se desangre el individuo, con un pañuelo o gasa limpia presionar la herida hasta que se forme un coágulo que impida una hemorragia externa o hasta que lleguen los paramédicos.
Se debe cubrir al afectado para mantener la temperatura corporal, la espalda se debe mantener en una superficie plana, no moverlo ni sentarlo, así como no permitir que camine y esperar a la llegada del servicio médico.
La SSA y Organización Mundial de la Salud (OMS), a través del Departamento para la Prevención de Lesiones y Violencia avalan y recomiendan las acciones contenidas en la guía para capacitar a la población de manera adecuada, calificando esto como un paso inicial y primordial en el proceso para sistematizar la atención prehospitalaria de las urgencias médicas.
En días pasados, y para una mayor difusión, este programa de prevención se explicó en escuelas del Distrito Federal.
