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En México, 80 por ciento de la población ingiere refresco; es el segundo lugar mundial.

En reuniones familiares, los fines de semana con los amigos, o simplemente con los compañeros de trabajo, es común para las personas acompañar sus alimentos con el refresco de su preferencia. En México, 80 por ciento de la población las consume, ubicándose en la segunda nación a nivel mundial, después de Estados Unidos.
 
Especialistas del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) advierten que debido a este consumo excesivo, se ha incrementado el riesgo de padecer no sólo enfermedades crónico degenerativas como sobrepeso, obesidad, diabetes e hipertensión, sino además osteoporosis, gastritis, insomnio, caries, problemas renales y alteraciones en el sistema nervioso.
 
La licenciada Guadalupe Elsa Pizano Romo, jefa de Nutrición y Dietética del Hospital General de Zona (HGZ) No. 26 del IMSS, destacó que este hábito, que forma parte de los nuevos estilos de vida de los mexicanos, provoca también que las enfermedades crónico degenerativas ya estén presentes en niños y jóvenes. Si el problema continúa, en breve México se posicionará en la primera nación consumidora.
 
El exceso en el consumo de los componentes de las bebidas gaseosas puede perjudicar distintos órganos del cuerpo: el azúcar incrementa la posibilidad de padecer sobrepeso y obesidad, y favorece el desarrollo de caries, incluso en niños que aún no tienen dientes.
 
El fósforo minimiza la absorción del calcio en los huesos, lo que predispone la  aparición de osteoporosis y/o el desarrollo de piedras en los riñones (litiasis renal); el sodio puede desencadenar hipertensión arterial, y la cafeína altera el sistema nervioso, ocasionando insomnio.
 
De acuerdo con la Encuesta Ingreso-Gasto del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), las familias mexicanas destinan entre siete y 10 por ciento de sus ingresos totales en la compra de estos productos. Además, cada persona consume en promedio más de 150 litros de refresco al año, y es en los estados del centro y norte del país donde más se observa este fenómeno.
 
A través de la estrategia PREVENIMSS, el Seguro Social orienta a sus derechohabientes sobre cómo llevar a cabo una dieta balanceada que incluya todos los grupos de alimentos y reduzca sustancialmente el consumo de productos procesados, como los refrescos, además de recomendar hacer ejercicio por lo menos 30 minutos al día.
 
Por ello, el Instituto Mexicano del Seguro Social realiza una valoración a sus derechohabientes a fin de establecer la mejor forma de alimentación y cuidados en general, como la ingesta de frutas, verduras, cereales, además de pescado y pollo, y así evitar problemas de salud.
 
Si la población no hace conciencia del daño que ahora se provoca, en poco tiempo las futuras generaciones, que crecen con los hábitos de vida y alimentación que se practican actualmente, presentarán enfermedades mórbidas a edades más tempranas y complicaciones que dañarán muy pronto su salud.
 
El Seguro Social recomienda a sus derechohabientes sustituir las bebidas gaseosas por aguas de sabor, preparadas con frutas naturales de la temporada, que resultan más ricas y saludables para acompañar los alimentos, favorecer la digestión y ayudar al bienestar de la familia.
 

Redacción

Equipo de redacción de la red de Mundodehoy.com, LaSalud.mx y Oncologia.mx

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