Cada minuto se fuman más de 10 millones de cigarrillos alrededor del mundo
Cada minuto se fuman más de 10 millones de cigarrillos alrededor del mundo. Y de seguir el aumento de esta adicción, para 2025 se estarán fumando 10 trillones de cigarrillos al año (la Organización Mundial de la Salud señala que una persona muere cada ocho segundos a causa de una enfermedad relacionada con el tabaquismo).
Esta es la razón por la que en los últimos meses se han aprobado leyes y disposiciones preventivas alrededor del mundo, que prohíben fumar en los espacios cerrados (las llamadas %u201Cáreas libres de humo%u201D).
También se han aprobado restricciones al mercado (como el aumento de los impuestos), y se ha informado a la población sobre el daño del tabaco a la salud.
No obstante, entre todas estas medidas se ha dejado de lado la importancia del médico (relación médico-paciente) para disminuir la adicción al cigarro que, como tal, es una enfermedad que debe ser motivo de atención al momento de la consulta, sin importar cuál sea la especialidad del médico.
Responsabilidad y voluntad
El hábito de fumar comienza como un acto vinculado a las conductas sociales de los adultos, que luego se convierte en dependencia %u2014tanto física como psicológica%u2014 a la nicotina.
Esta adicción causa más de 50 desórdenes de salud (dificultades para respirar, infertilidad, disfunción eréctil, úlceras estomacales, envejecimiento prematuro de la piel%u2026). Y más de 20 efectos perniciosos en el organismo (ataques cardiacos, osteoporosis, neumonía, cáncer de pulmón%u2026). Por ello, el tabaquismo en sí mismo debe ser considerado como una enfermedad que necesita ser clínicamente atendida.
No obstante, y de acuerdo con las encuestas, la mayoría de los fumadores no habla con sus médicos sobre su conducta adictiva.
Y a pesar de que el 90 por ciento de los fumadores cree que es su responsabilidad dejar el hábito, finalmente casi todos coinciden en que se trata de una decisión difícil de lograr solamente con la voluntad, lo que implica que se necesita ayuda médica para abandonar el tabaco.
De hecho, las estadísticas señalan que 81 por ciento de los fumadores que han pretendido dejar el tabaco utilizando tan sólo la fuerza de voluntad, han fallado en lograr su objetivo.
Ante esta realidad, los expertos consideran que la comunicación entre los doctores y sus pacientes es un factor clave, tanto para la prevención de la adicción, como para el abandono del hábito.
John R. Hughes, psiquiatra y especialista en adicciones, asegura que dedicar un breve tiempo de la consulta médica a charlar sobre las consecuencias del tabaquismo y a dar algunos consejos para suspender el hábito, aumenta la probabilidad de dejar el tabaco.
Y pese a que es una obligación profesional de los médicos velar por la salud de sus pacientes, son muy pocos los que dedican parte de la consulta a tratar este problema que se enquista cada vez más en la sociedad moderna.