La comida recalentada no es buena para la salud
Una escena frecuente en las calles de las grandes ciudades es la de los miles de oficinistas que, con lonchera en mano, van presurosos hacia sus centros de trabajo. El ritmo de vida de estos trabajadores, así como las grandes distancias, impide que la mayoría pueda siquiera pensar en ir a comer a casa.
La posibilidad de comer en un restaurante a diario está fuera de las posibilidades de una buena parte de las personas, así, los puestos callejeros se vuelven una opción bastante socorrida. Pero no hay estómago que aguante comer tacos todos los días, cuando el estómago (y el bolsillo) empieza a resentir la falta de una comida %u201Cdecente%u201D y confiable, volteamos la cara hacia la comida preparada en casa.
Lo más normal es que la gente lleve comida del día anterior para la comida del día siguiente en el trabajo. %u201CEs más sano y más barato%u201D, pensamos la mayoría, pero lamentamos decir que no es así, al menos eso es lo que aseguró el Ministerio de Salud del Perú.
La oficina de salud sudamericana recomendó a su población evitar en lo posible el consumo de alimentos recalentados, ya que éstos, en lugar de ser benéficos, podrían resultar perjudiciales.
De acuerdo con María Flores Ramírez, miembro del equipo técnico de la Dirección General de Promoción de la Salud peruana, los alimentos que han sido guardados para su consumo posterior siempre presentan algún grado de descomposición (especialmente si son muy condimentados o tienen mucha grasa), lo que podría provocar enfermedades gastrointestinales importantes al paso de los años. Esto sin contar con que el valor nutricional también se habrá perdido.
Lo más recomendable es llevar alimentos del día, señaló Flores Ramírez, pero si esto no es posible, entonces los alimentos preparados en días anteriores deben calentarse a altas temperaturas para eliminar a los microorganismos que se hayan generado como parte del proceso de descomposición. %u201C(Los alimentos) deben volver a hervirse o calentarse a temperaturas máximas a 60, 70 u 80 grados centígrados, para descomponer los microorganismos que se hayan producido por la refrigeración de las comidas%u201D, explicó.
La especialista recomendó consumir líquidos en cantidades suficientes, frutas y verduras de todos los colores diariamente, pues estás ayudan a eliminar las toxinas. (Agencias)