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La conspiranoia llega a la gripe porcina


La red tiene lo que tiene: la gripe porcina no ha tardado ni dos segundos en rebrotar enmarcada en la teoría de la conspiración. Ha estallado la locura, el miedo, la ansiedad… pero con ella, también, todo tipo de versiones de “la conspiración del cerdo volando”. Perdón: debería ser humor, no sé si lo es. Pero ahí están: la conspiranoia rebrota con el virus porcino.


Ya es inevitable: internet siembra leyendas urbanas, que nacen desde todo tipo de foros. ¿Pero qué hay de verdad detrás del virus? Bajo esa pregunta la especulación encuentra su vía libre. No es cuestión de darles bulo. Pero es lo que se dice en el inframundo de la red. Para algunos no merecen un segundo, para otros dan que pensar, unos celebran tanta imaginación, otros lamentan que se juegue con algo tan serio como la muerte. Pero estar, están.


Si algo les une es la creencia de que el miedo mueve el mundo. El miedo es la metralleta del poder. Delante de ella, actuamos despavoridos y otorgamos hasta el último ápice de nuestra independencia. Basta con exhibir el temor atávico e indiscriminado para que, enfrente, el pueblo doble las rodillas. Gripe, peste porcina. Tanto da. La conspiranoia no distingue. Mientras que la realidad reescribe el guión de “28 días después”, de Danny Boyle. Lo único que el virus en la realidad tiene cura: el tamiflu.


Un pueblo asustado y maleable


Un pueblo asustado -y mejor si el enemigo es misterioso, no se lo conoce, ataca sorpresivamente, es enigmático y capaz de cualquier cosa- es un pueblo maleable. Del miedo como ordenación del mundo se han servido truhanes y reyes, dictadores y demócratas, banqueros e industria sanitaria…y más de un presidente de Estados Unidos, por ejemplo.


Y aún sigue por ahí ese terror recurrente como el mejor escenario posible en donde esconder -y habría que saber de qué se trata ahora-, casi siempre, negocios o intereses inconfesables, lo que haya menester debajo de las alfombras del poder. El miedo exige, predica y hasta vota, porque pone al hombre al borde de la guillotina, que es una ventana a la que nadie le gusta asomarse.


Así que la red resiste. No se sabe si en acto de insubordinación, de insidia o de humor negro. El caso es que a Internet le ha faltado tiempo, y ya hay quien insinúa en ella que la terrible gripe porcina detectada en EEUU y México, y presente ya por contagio en España es, en realidad, un oscuro plan para, por ejemplo, superar la crisis económica.


Así que ya se enumeran pestes famosas, pestes que diezmaron las poblaciones europeas en la Edad Media. Muertos que salen de los libros de Historia y reviven en teorías conspiratorias y folklore popular. Teorías, sólo rumores, ciencia ficción para relatar la realidad. Por ejemplo, esa que apunta a que es sólo el principio de toda una conspiración para acabar, simplemente, con población activa. Su único argumento: que el virus H1-N1 ataca básicamente a hombres y mujeres entre 20 y 50 años. Una afirmación que, médicamente, no se explica.


Virus anticrisis


A su sombra se sacuden otras. Incluso que la refuerzan, como esa otra que indica que es el camino, siniestro, sin duda de acabar con la crisis. Por ejemplo, interpretando a su modo, sin duda, que “nada mejor para generar empleo que matar a una o dos generaciones enviándolas a la guerra“. La Depresión del 29, dicen, se solventó con la II Guerra Mundial y no con las recetas de Keyness. Sólo que ahora, en vez de contienda militar, es la influenza quien se carga de las bajas del frente.


La imaginación, la poderosa imaginación popular no se detiene ante el drama. Sigue a lo suyo. Y, claro, poniendo en su contexto la crisis económica. Por aquello, quizás, de dotarle credibilidad. Vean otra: la gripe aviar de 2005 no fue sino un intento de los americanos de desestabilizar la creciente economía asiática (empezó en Vietnam pero rápidamente se extendió por China y otros países)…


Así que esta gripe porcina no es más que la respuesta china. La venganza para debilitar el mercado norteamericano. México ha caído en las redes por su propia desorganización. En Estados Unidos, en cambio, se reconducirá la alarma en un gran negocio llamado tamiflu -la solución para la gripe aviar, curiosamente- y salud privada.


La “gripe porcina”, como entonces la aviar, ha roto las ventanas del peligro inminente. Ya se están encalando de cruces blancas las fronteras de Europa, en una batalla profiláctica que está a un paso de transformarse en la psicosis colectiva. Los hipocondríacos están condenados. En lo que, parece, un virus más mortal y veloz…pero perfectamente curable si te vacunas. Mejor prevenir, ya se sabe. Que así sea, pero habría, por ejemplo, que dejar muy claras todas las ondas contantes y sonantes que manan alrededor del antiviral Tamiflu.


Cortina de humo


Siguiendo con la crisis hay quien dibuja la pandemia como una cortina de humo para que hablemos de otra cosa. Sin embargo, no hay mucha diferencia si se da bulo a la conspiranoia. Cortina de humos sobre cortinas de humo Por ejemplo, a esas otras teorías que, quién sabe si para atenazar aún más a quiénes están condenados por el miedo.


Y éstas son reales. Al menos, los medios de comunicación la han tomado como cual. Dice así: “Tres frascos que contienen muestras de un virus potencialmente peligroso han desaparecido de un laboratorio militar del estado norteamericano de Maryland, de modo que, ante una posible amenaza, el Ejército ha iniciado una investigación”, informa la CNN.


El teletipo, firmado en España por Europa Press y sólo hace una semana, sigue: “Miembros del Comando de Investigación Criminal del Ejército han visitado el laboratorio Fort Detrick, en la ciudad de Frederick, para investigar la desaparición de los frascos. El portavoz del comando, Christopher Grey, indicó que por el momento ‘no hay pruebas de actividad criminal’“.


Los recipientes contenían muestras de Encefalitis Equina Venezolana (EEV), un virus que afecta a los caballos y que se puede transmitir a los humanos por los mosquitos. En el 97 por ciento de los casos, los humanos que se infectan presentan mucha fiebre y puede ser mortal en el 1 por ciento.


Atentado bacteriológico


Así que ya, es otra versión de los hechos, hay quien se lanza a hablar de atentado bacteriológico. Y recuerdan una reciente alarma lanzada desde la misma Casa Blanca: “El mundo verá probablemente un ataque terrorista con armas de destrucción masiva antes de 2013 si no se toman medidas urgentes para evitarlo, según concluyó un estudio encargado por el Congreso de Estados Unidos hecho público hoy”. Ese hoy es 2 de diciembre de 2008. Firman las agencias DPA y ANSA.


Conspiranoia o no, lo que sí es cierto es que incluso la prensa denominada seria se ha dejado contagiar por la fiebre informativa o especulativa del virus porcino. Por ejemplo, hemos leído todos: “La Casa Blanca ha asegurado que el estado de salud del presidente de EEUU, Barack Obama, no corre peligro, tras su reciente viaje a la capital mexicana, donde han muerto más de 81 personas por la gripe porcina”.


El portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs, afirmó a la prensa estadounidense que el viaje del mandatario a México, que tuvo lugar el pasado 16 de abril, “no puso en peligro su salud”. Algunos medios han informado de que el estallido de la epidemia coincidió con la visita de Obama a la ciudad de México, donde visitó el Museo de Antropología y se entrevistó con un distinguido arqueólogo, Felipe Solís.


El arqueólogo falleció dos días más tarde con unos síntomas similares a los de la gripe, según informa el diario mexicano ‘Reforma’, sin que exista confirmación de que se tratase de dicha enfermedad. Oficialmente, la causa de su muerte fue un ataque al corazón.


En fin. De histeria colectiva a estado de sitio va muy poco. En cualquier caso, vuelve a sonar el amero. Otra teoría conspirativa apunta a que esta escenificación de la impotencia mexicana- sin duda, con el alto precio de cadáveres inocentes- es un paso más para que la moneda única norteamericana haga, más temprano que tarde, su aparición.


Basta con hacer un leve muestreo en la red para encontrarse con blogs y foros donde se da pie a todo tipo de especulaciones. Que son muchas más, algunas más peligrosas que otras: desde que es una escenificación del pánico que ya exploró Orson Welles a que es una mera operación de la OMS para refinanciar a las grandes empresas farmaceúticas, un intento de invadir México o de que el virus está expandiéndose deliberadamente por extrañas fumigaciones…incluso mensajes apocalípticos que no dejan pasar la oportunidad. Detrás de muchos de ellos sólo hay negocio. Aunque también hay mensajes de tranquilidad: ante todo, ni miedo, histeria, caos, pánico…


 

Redacción

Equipo de redacción de la red de Mundodehoy.com, LaSalud.mx y Oncologia.mx

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