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Las complicaciones de la diabetes y las nuevas alternativas

Fuente: MSD

México, 15 de noviembre de 2006.- Actualmente, más de 194 millones de personas viven con diabetes en todo el planeta y los pronósticos indican que la cantidad de enfermos con este padecimiento aumentará hasta alcanzar niveles de epidemia durante el primer cuarto del siglo XXI, cifra que superará los 333 millones en 2025 y se estima que esta enfermedad será una de las principales causas de invalidez y muerte en el mundo dentro en los próximos 25 años.

Para concienzar a la población mundial sobre los riesgos de la enfermedad, todos los años, el 14 de noviembre, se celebra el "Día Mundial de la Diabetes". En esta ocasión, bajo el lema "Somos distintos, somos iguales", la campaña presta especial atención a las comunidades desfavorecidas y a los grupos vulnerables.

La mortalidad atribuible a la diabetes se estima en 2.9 millones de muertes, sin embargo, las estadísticas indican que 1.9 millones (65%) de esas muertes ocurren en los países en desarrollo, lo que constituye uno de los principales problemas de salud en América Latina y el Caribe, donde se estima que el número de personas que padecen la enfermedad llega a los 19 millones. De acuerdo con las proyecciones, a menos que se pongan en práctica acciones preventivas importantes, este número podría incrementarse a 40 millones en el 2025.

La diabetes es considerada la causa subyacente de aproximadamente 45 mil muertes cada año en América Latina y el Caribe, y se considera que podría estar ocasionando una mortalidad mucho mayor que la notificada en las estadísticas. Es posible que el número total de muertes anuales relacionadas con la diabetes en la región ascienda aproximadamente a 300 mil.

La diabetes mellitus es una condición crónica que aparece cuando el páncreas no produce suficiente insulina o cuando el cuerpo no puede usar de manera eficaz la insulina producida. Esto causa hiperglucemia (exceso de glucosa en sangre), lo que daña seriamente muchos de los sistemas del cuerpo, en especial los vasos sanguíneos y los nervios. Existen dos formas de diabetes: tipo 1 (el cuerpo no produce suficiente insulina) y tipo 2 (el cuerpo produce insulina pero no la puede utilizar con eficacia.)

La diabetes tipo 2 en particular se ha convertido en un grave problema de salud global. Identificada como una enfermedad de la mediana edad o la vejez, la diabetes tipo 2 ha aumentado en todos los grupos erarios y ahora se la detecta entre los más jóvenes, incluyendo adolescentes. Más del 50% de los niños con diabetes tipo 2 tiene antecedentes familiares de diabetes y dicha prevalencia ha sido atribuida al incremento de la obesidad.

La diabesidad

El riesgo de diabetes tipo 2 está claramente asociado con una prevalencia creciente de obesidad, que a su vez está vinculada con ciertos cambios en las pautas alimenticias y en el estilo de vida (más comidas grasas y menos actividad física). Este fenómeno mundial ocurre en los países desarrollados, pero también en los países en desarrollo, en especial en áreas urbanas.

El término "diabesidad" resume esa realidad, ya que la obesidad central, la hipertensión y los lípidos en sangre elevados están altamente incrementados en personas con diabetes.

En muchos países, las complicaciones asociadas a la diabetes se han convertido en una de las principales causas de muerte, principalmente por el mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares. En el 2000, 3.2 millones de personas murieron como consecuencia de las complicaciones asociadas con la diabetes. 

De acuerdo con la American Diabetes Association, el 58% de los individuos con pre-diabetes (niveles elevados de azúcar en sangre, pero no tanto como en el diabético) puede evitar la diabetes o retrasar su inicio si reconoce los factores de riesgo y toma medidas adecuadas para cuidar su cuerpo.

La diabetes tipo 2 reduce la expectativa de vida -en promedio- 10 años y los factores de riesgo son:

• Historia familiar de diabetes
• Poca actividad
• Dieta pobre
• Exceso de peso corporal
• Edad
• Hipertensión
• Niveles anormales de colesterol
• Intolerancia a la glucosa
• Diabetes gestacional (durante el embarazo)
• Herencia étnica

Control de la diabetes

La diabetes tipo 1 aún no puede prevenirse, sin embargo, para la diabetes tipo 2 pueden adoptarse algunos cambios en el estilo de vida que reducen el riesgo de desarrollar la enfermedad. El estudio Finnish Diabetes Prevention, por ejemplo, mostró que mejorando la dieta, realizando actividad física y perdiendo peso, se puede reducir sustancialmente el desarrollo de la enfermedad en adultos de mediana edad con riesgo alto.

Un dato alarmante es que el 60% de la población no realiza actividad física suficiente. Los más sedentarios son los adultos de países desarrollados. Los médicos indican que treinta minutos de ejercicio moderado por día bajan el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2.

Los endocrinólogos recomiendan al paciente tener entre tres y cinco porciones de fruta o vegetales por día, así como una menor cantidad de azúcar y grasas saturadas ayuda a controlar el peso y, por ende, disminuye el riesgo de diabetes tipo 2.

Por otro lado, más de mil millones de adultos en todo el mundo tienen sobrepeso, y al menos 300 millones de ellos son obesos. Se estima que más de la mitad de todos los casos de diabetes tipo 2 podrían evitarse previniendo el exceso de peso en adultos.

Por último, el cigarrillo representa en los enfermos con diabetes un riesgo más alto de morir de enfermedad cardiaca coronaria, accidente vascular cerebral (AVC) y enfermedad vascular periférica.

Complicaciones

Las complicaciones de la diabetes tipo 2 incluyen:

• Enfermedad coronaria
• Ceguera
• Insuficiencia renal
• Pie diabético
• Daño de los nervios
• Problemas sexuales y urinarios
• Accidente cerebrovascular (ACV)
• Hipertensión
• Mayor riesgo de infección
• Depresión
• Calidad de vida empobrecida

La diabetes es la causa principal de pérdida parcial de la visión y ceguera en adultos en países en desarrollo y es el motivo de la mayoría de las amputaciones de miembros que no son el resultado de un accidente. Además, los diabéticos son mucho más propensos a tener un infarto o un ACV y tienen mayor riesgo de desarrollar enfermedad renal.

Importancia del tratamiento farmacológico

Cuando la dieta y la actividad física no son suficientes para controlar la diabetes, son necesarios los agentes farmacológicos. El principal objetivo del tratamiento con medicamentos es regular los niveles de glucosa (azúcar en sangre) y los niveles de insulina.

La diabetes tipo 1 representa alrededor del 10 por ciento de todos los casos de diabetes. Las personas con este tipo de diabetes necesitan administración diaria de insulina mediante una inyección.

La diabetes tipo 2 es mucho más común y representa alrededor del 90 por ciento de los casos de diabetes en todo el mundo. Por su naturaleza progresiva, a largo plazo la mayoría de los pacientes con diabetes tipo 2 necesitan drogas múltiples para lograr el control de la glucemia y para manejar la comorbilidad.

Pese a la intervención farmacológica, 2 de cada 3 adultos no tienen el nivel glucémico controlado.

Lo nuevo: los inhibidores de la dipeptidil peptidasa-4

Los inhibidores de la dipeptidil peptidasa-4 (DPP-4) son una nueva clase de medicinas orales con un novedoso mecanismo de acción para el tratamiento de la diabetes tipo 2.

Los inhibidores de la DPP 4, potencian un proceso natural del organismo, el sistema de las incretinas, lo que contribuye a disminuir la glucosa (azúcar en sangre) cuando está elevada. Las incretinas actúan de dos formas para ayudar al cuerpo a regular los niveles de glucosa:

• Provocan la secreción de insulina de las células beta en el páncreas, lo que ayuda a las células del cuerpo a absorber la glucosa en sangre

• Inhiben la secreción de glucagón de las células alfa del páncreas, lo que detiene al hígado en la liberación de la glucosa almacenada

La enzima DPP-4 degrada rápidamente las incretinas. Inhibiendo esta enzima, las incretinas se mantienen activas por un período más largo y pueden ayudar al cuerpo a secretar insulina cuando es necesario.

Los inhibidores de la DPP-4, ofrecen un control sólido y duradero de la glucosa con un mejor perfil de tolerabilidad que los actuales tratamientos disponibles para la diabetes. Además, según datos de estudios clínicos realizados, la incidencia de hipoglucemia (glucosa sanguínea demasiado baja) fue reportada muy rara vez.

Desarrollado por Merck Sharp & Dohme, Januvia (sitagliptina) es uno de los primeros exponentes de esta nueva clase de medicaciones orales llamada inhibidores de la dipeptidil peptidasa (DPP-4).

Establecida en 1991 por la Federación Internacional de Diabetes (FID) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), es la principal campaña mundial que reúne a millones de personas en más de 150 países, con el objetivo de aumentar la concienciación sobre la enfermedad.

Redacción

Equipo de redacción de la red de Mundodehoy.com, LaSalud.mx y Oncologia.mx

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