México, D.F., 27 de septiembre (Redacción Salud Mundo de Hoy).- El doctor Armando Castorena Maldonado, especialista en la Clínica de Trastornos del Sueño del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER), explicó que una de las principales consecuencias de la dificultad para respirar durante la noche es la apnea obstructiva del sueño (ausencia de la respiración durante la noche, caracterizada por ronquidos).
Según estudios realizados por el INER, alrededor del 1 por ciento de los infantes presentan apnea obstructiva del sueño. La enfermedad es producida por varios factores, como el crecimiento excesivo de anginas, trastornos genéticos como el Síndrome de Down, alergias, anormalidades craneofaciales, enfermedades en las vías respiratorias y la obesidad.
Una de las principales consecuencias en los niños es que su neurodesarrollo no sea el adecuado por falta de oxigenación en el cerebro; otra es la insuficiencia cardiaca causada por hipertensión arterial. Los principales síntomas en la etapa preescolar y escolar (entre los dos y 12 años de edad): dificultad para levantarse, irritabilidad o agresividad, hiperactividad y somnolencia excesiva diurna.
La cirugía conocida como uvulopalatofaringoplastía (extirpación de anginas) es una solución efectiva para disminuir el problema, sin embargo, no todo los casos son susceptibles al tratamiento quirúrgico. El doctor Castorena señaló que actualmente existe el tratamiento de la presión positiva continua (CPAP, por sus siglas en inglés), uno de los métodos más exitosos para controlar la apnea.
Este procedimiento consiste en la colocación de una mascarilla en la boca y nariz del paciente donde se suministra aire del medio ambiente a presión, para facilitar la intrusión del mismo en la laringe y que éste llegue a los pulmones optimizando la oxigenación en el cuerpo. Si la enfermedad se detecta a corta edad, es totalmente curable.
