Acudir en ayuno a la escuela aumenta riesgo de sobrepeso y obesidad
Los niños de primaria requieren orientación porque desconocen el daño que ocasionan los productos con alto contenido calórico
Los niños que no se desayunan antes de ir a la escuela, son quienes durante el recreo consumen la comida más grasosa y menos saludable, situación que los condiciona a padecer sobrepeso y obesidad, por lo que es indispensable que coman por lo menos fruta antes de iniciar su jornada escolar, advirtió el Director del Área de Vigilancia de la Nutrición del Instituto Nacional de Salud Pública, Salvador Francisco Villalpando Hernández.
En entrevista, puntualizó que también están en riesgo de sobrepeso y obesidad los escolares que reciben dinero de sus padres para comprar algo a la hora del descanso, ya que en lugar de adquirir alimentos saludables, compran tacos dorados, cueritos de cerdo con chamoy, crema y queso y agua de sabor muy endulzada, productos con alto contenido calórico grasa y sodio.
Detalló que en un estudio realizado en diferentes instituciones educativas de primaria, se solicitó a los menores que anotaran sus refrigerios y se observó que están muy cargados de bebidas endulzadas, frituras, sodio y grasa y que además requieren de orientación porque desconocen el daño que les puede ocasionar este tipo de productos.
Al respecto, destacó que es necesario trabajar con todas las áreas involucradas para regular los alimentos que se introducen en las cooperativas de las escuelas, para lo cual se revisa el marco jurídico de las Normas Oficiales y reglamentos respectivos, en coordinación con las Secretarías de Educación Pública, Economía y demás instancias, a fin de hacer todas las modificaciones posibles.
También hay un proyecto en escuelas sobre la forma de hacer un refrigerio más saludable y la promoción de la actividad física. Al mismo tiempo, se desarrolla una investigación en hijos de padres de familia que regresan de Estados Unidos para conocer si la información que les proporcionan o los mayores recursos económicos aumentan de alguna manera la obesidad.
El investigador detalló que está en marcha un programa piloto para probar un nuevo etiquetado que sea entendible, para después hacer encuestas entre la población a la que se le muestran, a fin de elegir la mejor alternativa que permita al consumidor tomar una decisión informada.
Aclaró que se firmaron convenios de confidencialidad con la industria y las personas encuestadas, sobre todo para no causar daño alguno a la empresa y comentó que aún no se tienen resultados.
El especialista enfatizó que se realiza un trabajo integral, en el cual se han detectado una serie de oportunidades de intervención que pueden arrojar resultados a mediano plazo, %u201Ca pesar de que es un problema enorme, las expectativas son favorables%u201D, dijo.
Por lo pronto, finalizó, la labor se enfoca en la promoción de medidas saludables para prevenir el sobrepeso y la obesidad.