Afecta osteoporosis al 25 por ciento de las personas mayores de 60 años y es considerada como una enfermedad sistémica que descalcifica los huesos, cuando el ejercicio, una buena alimentación y deporte, previenen el mal silencioso, aseguran estudios del IMSS.
Los estudios del doctor Vicente Fernández Guerrero del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Baja California, muestran que la osteoporosis se puede prevenir con una buena alimentación y la práctica de deportes como el ciclismo, natación, caminata, carrera atlética y levantamiento de pesas, ya que estos ejercicios aumentan la densidad ósea, y la elasticidad muscular.
Esta enfermedad sistémica (relativa a todo el organismo en su conjunto) que descalcifica los huesos, afecta al 25 por ciento de las personas mayores de 60 años.
Se ha comprobado, que con la práctica de estos ejercicios físicos se mejora el metabolismo óseo, y se obliga a restituir las células del hueso “viejo” por células sanas y jóvenes, lo cual hace que el esqueleto mantenga su grosor y se desgaste menos.
En el caso de personas que efectúan ejercicio con pesas recomendó una rutina de levantamiento tres veces a la semana, procurando no levantar mucho peso, para extremidades torácicas máximo 4% del peso corporal y para miembros pélvicos 5 a 10%.
Por ejemplo, en el caso de 30 kilogramos, hay que ejercitarse con 1.2 kilogramos y 1.5 a 3 kilogramos, respectivamente.
En mayores de 40 años sugirió la práctica de deportes más ligeros, de preferencia aeróbicos de bajo impacto, ya que existe mayor riesgo de sufrir fracturas por estrés (sobrecargas).
Además del ejercicio es importante mantener una alimentación balanceada y rica en calcio; nunca recurrir a la automedicación de suplementos alimenticios, los cuales solo deben consumirse bajo vigilancia médica.
En el caso de la mujer, esta debe tener cuidados especiales a partir de los 40 años, como no dejar de consumir productos que contienen calcio y otros minerales necesarios para el metabolismo óseo, por ejemplo: leche, queso, gelatina, yogurt, frutas (pera y manzana), vegetales verde oscuro (brócoli, acelgas, espinacas), así como frijoles y lentejas.
En general el ejercicio físico se debe fomentar durante la infancia y la adolescencia, pues hasta los 25 años de edad, el organismo almacena la mayor reserva del hueso, la cual utilizará en el futuro cuando en la edad adulta se presente o acelere la osteoporosis.
El ejercicio siempre es recomendable, pero cuando ya se padece osteoporosis o una variante de descalcificación en menor grado que es la osteopenia, que está relacionado con el proceso de envejecimiento natural, no va a cambiar por más calcio que se ingiera o deporte que se practique, aunque si ayuda a que la descalcificación sea más lenta.
Los principales factores de riesgo son: ser mujer, estar en la postmenopausia, tener más de 60 años, padecer alguna enfermedad que acelere la descalcificación (tiroiditis y cáncer entre otras); la ausencia de ejercicio físico, tabaquismo, alcoholismo y consumo excesivo de café y refrescos oscuros.
Son más susceptibles de padecer esta enfermedad, las personas sedentarias, de talla pequeña -menos de 1.50 metros de estatura- y de complexión delgada, que están por debajo del peso que deberían tener y también con antecedentes de osteoporosis en la familia, dicen estos estudios.