Alrededor de un millón de mexicanos sufre esquizofrenia
El Instituto aplica el Programa de Hospital Parcial, cuyo objetivo es reintegrar al paciente esquizofrénico a nivel social y familiar.
Aproximadamente un millón de mexicanos sufre esquizofrenia, (disturbio de la personalidad) enfermedad que afecta a una de cada cien personas en el mundo. En los Hospitales Psiquiátricos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), al año, son internadas 250 mil personas por trastornos mentales, de las cuales 5 de cada 10, presentan este diagnóstico.
El doctor José Luis Vázquez Ramírez, médico adscrito al Programa de Rehabilitación Integral del Paciente Esquizofrénico en el Hospital Psiquiátrico “Héctor Tovar Acosta”, informó que, a nivel nacional, el Instituto atiende anualmente alrededor de 450 mil casos y en esta Unidad, alrededor de 80 mil.
Explicó que desde hace cuatro años el Instituto cuenta con el Programa de Hospital Parcial, cuyo objetivo es la reinserción del paciente esquizofrénico a nivel social y familiar.
Para ello se llevan a cabo una serie de acciones multidisciplinarias: terapia familiar con psicoterapeutas, trabajo social para orientación a la familia, así como actividades físicas y manuales encaminadas a que el enfermo recupere su habilidad, coordinación y agilidad mental para que pueda moverse libremente cuando esté en convivencia.
El esquizofrénico sufre alteraciones en su percepción del mundo, dando paso a alucinaciones auditivas y visuales con delirios, en los que el paciente se siente perseguido y piensa que está en riesgo su integridad.
El doctor Vázquez Ramírez, detalló que el tratamiento se aplica básicamente con medicamentos antipsicóticos, relajantes e inductores del sueño.
En los casos en que los pacientes no responden a los fármacos, menos del 10 por ciento, la alternativa, dijo, es la terapia electrocompulsiva, que consiste en utilizar una corriente eléctrica para causar una breve conmoción del sistema nervioso central, la cual se aplica con el paciente anestesiado.
Actualmente se considera que este padecimiento, llamado también “enfermedad de la mente dividida”, y que equivocadamente se refiere como precursor de conductas violentas, tiene una causa multifactorial con componentes genéticos, ambientales, neuroendocrinos y fisiopatológicos.
Desde la genética, añadió el médico, se sabe que una fuerte carga en el cromosoma X predispone a este trastorno, sobre todo en gemelos; otra teoría señala la existencia de un problema en la regulación de los neurotransmisores cerebrales, la acumulación de dopamina, que ocasiona alteraciones graves, entre ellas, la ruptura con la realidad y el aislamiento.
El especialista destacó la importancia de una prevención temprana de esta afección, sobre todo fortaleciendo los valores a nivel familiar y promoviendo una adecuada comunicación.
Finalmente, hizo un llamado a corregir lo que calificó de “factor adverso” por parte de la sociedad; la tendencia al rechazo del tratamiento con el psiquiatra o paidopsiquiatra, ya que se ha cargado con un significado negativo a los profesionales de la salud mental.