Cuando la muerte se anuncia
La tanatología prepara al sujeto para que no se angustie y se eviten apegos inútiles a la medicina o a milagros de Dios, a la vez que se prepara psicológicamente a los familiares para que el sufrimiento sea mínimo, comprendan al paciente y no lleguen a sentir lástima por él.
La vida es un ciclo de crecimiento y reproducción, y la muerte es parte del proceso, a la cual podemos llegar serenos gracias a la tanatología, una rama de la medicina que trata del bien morir y está vinculada con los derechos humanos, al ayudar a cobrar conciencia de que fallecer forma parte del ciclo vital, de nacer, crecer y reproducirse. En base a ello la Secretaría de Salud llevó a cabo el Curso de Capacitación Tanatológica, a través del cual su personal obtuvo conocimiento profundo de esta disciplina
Ante el trascendente y delicado proceso de morir, la Secretaría de Salud inició en 2007 el Programa de Asistencia Tanatológica, con el fin de ser el punto de equilibrio, soporte y apoyo entre el equipo interdisciplinario de salud, el paciente y su familia, con el objetivo de atenderles en forma humanística.
La capacitación del personal de salud le permite un conocimiento profundo de esta disciplina para desarrollar habilidad y sensibilidad en la asistencia y orientación, pues hay médicos, trabajadores sociales, enfermeras y psicólogos que enfrentan la enfermedad haciéndose presentes sólo con la formación que recibieron en sus respectivas facultades y escuelas, pero su capacidad de reconfortar y tranquilizar al que sufre está ausente o depende de sus características personales.
El Programa de Asistencia Tanatológica de la Secretaría de Salud comprendió en su primera fase el Curso de Capacitación Tanatológica, dirigido a personal de Trabajo Social de la Dependencia, con transmisiones por videoconferencia en septiembre y octubre de 2007, con sede en el Instituto Nacional de Rehabilitación.
Sólo en septiembre se tuvo una asistencia de 373 especialistas a los cursos, además de quienes los siguieron por videostreaming, en todo el país, lo que pone de manifiesto el interés que existe en este tema por parte del personal de salud y el público en general.
La tanatología prepara al sujeto para que no se angustie y se eviten apegos inútiles a la medicina o a milagros de Dios, a la vez que se prepara psicológicamente a los familiares para que el sufrimiento sea mínimo, comprendan al paciente y no lleguen a sentir lástima por él.
En muchas ocasiones se olvida que para morir con aceptación, dignidad y paz, el enfermo terminal necesita de la ayuda de otros seres humanos, ya que entre otros factores es arrebatado de su ambiente familiar, deja de ser la persona que tiene sentimientos, deseos y opiniones, razones por las cuales no afronta la muerte con tranquilidad.
Esta realidad se revierte con una capacitación profunda en el campo tanatológico, que permite al equipo multidisciplinario de salud desarrollar habilidades humanísticas en la atención al paciente terminal y su familia, de manera que éstos no se sientan víctimas del abandono e incomprensión.
Por el contrario, que todo el equipo de salud es su mejor aliado contra la enfermedad, que hace un gran esfuerzo por brindar la mejor calidad de vida posible, alivio del dolor, calidez y, sobre todo, un verdadero trato humano.
Así, los profesionales de salud ayudan a que tanto pacientes como familiares comprendan que la muerte es un acto inevitable y natural que no sólo les ocurre a ellos, y a que los seres queridos sobrelleven el duelo, siempre procurando un uso cuidadoso del lenguaje y del momento para explicar la enfermedad, evolución, tratamiento para evitar dolor y molestias, pronóstico y expectativas de vida del paciente, quien al estar enterado tiene el derecho y deber de ser copartícipe.
Asimismo, esta disciplina ayuda a no crear falsas expectativas y evitar caer en manos de charlatanes que prometen curar una enfermedad terminal, debido a que la familia entra en un proceso de negación que forma parte del duelo y buscan una solución mágica.
Además, en la medida de lo posible, lleva al paciente a lograr una buena comunicación con sus seres queridos y exprese sus sentimientos.