Desarrollan tinte para distinguir células cancerosas
México D. F.- La revista Cancer Research publicó esta semana los resultados de una investigación realizada por un equipo de expertos del Centro Fred Hutchinson y del Hospital Infantil de Seattle, en Estados Unidos, la cual desarrolló una sustancia capaz de colorear las células cancerosas y permitir con ello su mejor identificación durante las cirugías.
El tinte fluorescente, denominado Clorotoxina:Cy5:5 es resultado de la combinación de una clorotoxina que forma parte del veneno usado por los escorpiones para paralizar a sus víctimas, y una molécula que emite fotones de luz próximos al espectro infrarrojo (Cy5:5).
La utilidad del tinte sería mucha, pues ayudaría a los cirujanos a extirpar tumores limpiamente, sin dejar residuos de células cancerosas (que podrían derivar en la reaparición del problema). Además, serviría para proteger el tejido sano durante las cirugías, situación de especial importancia en la extirpación de algunos tipos de tumores, como los cerebrales, según informaron los doctores James Olson y Mandana Veiseh, ambos autores de la investigación.
Los ensayos realizados con animales demostraron que la sustancia coloreó células cancerosas de menos de un milímetro de diámetro. En ratones con tumores de próstata, el método permitió captar unos cuantos cientos de células cancerosas circulando por los vasos linfáticos, por lo que puede afirmarse que el método es 500 veces más sensible que la tradicional resonancia magnética de contraste.
Olson y su equipo auguran que el tinte podría utilizarse como método de diagnóstico para varios tipos de cáncer, pero también para comprobar si existen alteraciones en los ganglios linfáticos en el caso del cáncer de mama, próstata y testículos.
Hasta el momento, el tinte sólo ha sido probado en animales, con animales, pero sus creadores aseguran que el perfil de seguridad del compuesto es tan favorable que en poco tiempo podrían solicitar permiso a las autoridades sanitarias de su país para comenzar los ensayos clínicos en humanos.
Los investigadores detallaron que, tras finalizar los experimentos, realizaron una biopsia completa a cada animal para asegurarse de que
