México D. F.- Aunque la práctica sistemática de alguna actividad física mejora el estado físico de las personas y reduce el riesgo de padecer enfermedades crónico-degenerativas asociadas con la obesidad y el sobrepeso -como la diabetes, hipertensión y enfermedades coronarias- en México existe un grave problema cultural y educativo, ya que de 100 millones de habitantes, sólo 18 millones dicen realizar una rutina de ejercicio.
El doctor Sergio Gadea Gómez, especialista en Medicina Deportiva del Centro de Actividades Acuáticas de Alto Nivel del IMSS, aseguró que las personas que llevan una dieta adecuada, con actividad física ordenada y un estricto control médico de sus padecimientos, disminuyen hasta en 90 por ciento el consumo de medicamentos y, en el caso de la diabetes mellitus, pueden dejar de tomarlos en forma definitiva.
Agregó que el ejercicio, practicado con disciplina, disminuye los factores de riesgo o complicaciones posteriores a un padecimiento crónico. En el diabético, explicó, reduce los problemas vasculares periféricos, mejora la circulación, evita amputaciones, retinopatías y prolonga el buen estado de salud.
En el hipertenso, la actividad física ayuda a ajustar la dosis del fármaco hipertensivo y, en caso de insuficiencia vascular, abre redes colaterales, neovascularización, cuando existen los capilares pero no se utilizan porque el organismo no lo exige.
El doctor Gadea explicó que son básicos los ejercicios de tipo aeróbico como caminar, nadar, andar en bicicleta, correr y saltar, cuidando que se practiquen por más de 15 minutos y hasta una hora, dependiendo de la capacidad y condición de cada persona y con intensidad moderada.
Los ejercicios anaeróbicos, añadió el especialista, son complementarios, recomendados en la segunda etapa de acondicionamiento, dentro de ellos se encuentran las artes marciales y el levantamiento de pesas.
