Convierten sangre tipo A y B en O
México D. F., 2 de Abril (Redacción LaSalud.com.mx).- La carencia de sangre del grupo O podría solucionarse gracias al descubrimiento de un equipo de investigadores de la Universidad de Copenhague, en Dinamarca. Los científicos crearon lo que se conocería como “glóbulos rojos universales” al eliminar a los antígenos responsables de las diferencias entre grupos sanguíneos.
La clasificación de los grupos sanguíneos se desprende de de la presencia o ausencia de los antígenos A y B en la superficie celular de los glóbulos rojos (sistema ABO). Los cuatro tipos de sangre existente son: A, B, AB y O (que no posee ningún antígeno).
Como se sabe, las personas con sangre tipo O son considerados “donadores universales”, es decir, su sangre puede ser trasfundida a cualquier persona. Sin embargo, las personas con sangre tipo O sólo pueden recibir sangre tipo O. Las personas con un tipo de sangre dado forman anticuerpos contra otros tipos de sangre. Cuando la sangre es expuesta a otro tipo de sangre no compatible se genera una respuesta inmune adversa.
Los antígenos son moléculas de azúcar (monosacáridos), y los científicos daneses obtuvieron los “glóbulos rojos universales” (sin antígenos) gracias a unas bacterias que contienen enzimas capaces de eliminar tales monosacáridos. Investigaciones anteriores ya habían propuesto este método de destrucción por medio de enzimas, sin embargo, no se había encontrado el tipo adecuado de las mismas.
El procedimiento, de acuerdo con la revista Nature Biotechnology, consistió en colocar unidades sanguíneas junto con la enzima indicada, misma que después de 60 minutos logra que desaparezcan los antígenos. Las características de las enzimas permiten que la reacción tenga lugar en condiciones que conservan la integridad de los glóbulos rojos; además, enzimas y células pueden separarse fácilmente tras la conversión. La técnica, según los expertos, supera los problemas de ineficiencia e incompatibilidad de las investigaciones previas.
Los científicos daneses desarrollarán ensayos clínicos para comprobar la eficacia y seguridad de la sangre modificada una vez que es trasfundida. (Agencias)