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El codo, parte que más se fracturan los niños


 
 
  • La lesión se deriva de caídas y en la mayoría de los casos requiere  tratamiento quirúrgico.
 
La fractura de codo es la lesión más común que sufren los niños durante la  primera década de su vida, esta se deriva principalmente de caídas y en la mayoría de los casos requiere de tratamiento quirúrgico, informó  Moisés López Ramos, médico adscrito al Servicio de Ortopedia del Instituto Nacional de Pediatría (INP).
 
Este tipo de lesiones son denominadas fractura supracondílea de húmero, hueso del brazo  que a esta edad se caracteriza por su fragilidad, debido a que se encuentra en formación.
 
Es común, dijo que cuando el niño sufre una caída apoye el peso de su cuerpo en sus manos, esta situación hace que se ejerza una presión en el codo, que provoca que se fracture el húmero.
 
Puntualizó que dentro de los servicios de urgencias de las diferentes unidades médicas, las fracturas se constituyen como una de los principales demanda de atención, sobre todo, en periodos de vacaciones escolares.
 
Cuando los niños están de vacaciones desarrollan otras actividades como es pasear en bicicleta, patineta o patines, actividades que se tornan peligrosas  si no se usa equipo de protección, situación que eleva el riesgo de sufrir alguna caída.
 
El especialista destacó que una fractura supracondílea se cataloga como leve cuando no se desacomoda el hueso, pero existe una fisura. El tratamiento a seguir es inmovilizar el brazo a través de la colocación de yeso o una férula.
 
En el caso de haya un cambio de ubicación del hueso, es necesario efectuar  una intervención quirúrgica para colocar algunos clavos y fijar el hueso.
 
La recuperación del paciente después de realizar la cirugía es en promedio de  dos meses, incluyendo las sesiones de rehabilitación, necesarias para que el pequeño vuelva a recobrar la movilidad al 100% de su brazo.
 
Mencionó que es importante que los padres de familia reconozcan algunas señales de alarma de las fracturas entre las que destacan: dolor intenso, pérdida de la función del miembro afectado y en ocasiones, deformidad del hueso.
 
Ante la presencia de estos síntomas, el niño tiene que ser llevado a un servicio médico para que sea revisado por el especialista quien determinará a través del estudio radiológico la gravedad de la lesión.
 
Finalmente, comentó que en el Servicio de Ortopedia del INP realiza anualmente alrededor de 240 cirugías de este tipo.
 

Redacción

Equipo de redacción de la red de Mundodehoy.com, LaSalud.mx y Oncologia.mx

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