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¿Sabías que la miopia se detiene a los 20 años?

Si una persona manifiesta visión lejana defectuosa, dolor de cabeza y necesita acercarse demasiado a los objetos para verlos con claridad, debe someterse a un examen de la vista, ya que es posible que padezca miopía, la cual puede explicar bajo rendimiento escolar y aislamiento por no ver las cosas como los demás.

Cuando el globo ocular es más largo de lo normal y el objeto o imagen que se quiere observar queda enfocada delante de la retina -ubicada al fondo del ojo- y no exactamente sobre ella, se puede hablar de miopía, anomalía por la que no se logra ver objetos o imágenes lejanas.

La miopía puede presentarse de manera congénita (de nacimiento) o ir desarrollándose entre los 6 y los 16 años, hasta alcanzar su grado máximo a los 20 años. Por ello es básico que los niños (desde los cuatro años, o cuando están aprendiendo a leer y escribir), sean sometidos a examen de la vista para mejorar su condición visual.

Algunas estadísticas señalan que alto porcentaje de personas miopes viven en grandes ciudades, pues están más expuestas a labores en las que utilizan una visión más próxima, como ver excesivamente televisión, el monitor de la computadora o por tener mayores hábitos de lectura. Otras investigaciones afirman que la población miope tiene en común características de personalidad como introversión, tranquilidad e inhibición de actitudes agresivas.

¿Lentes, anteojos, cirugía?

La miopía no debe considerarse una enfermedad sino como anomalía del ojo, que no se puede curar pero sí compensarse mediante gafas, lentes de contacto o procedimientos quirúrgicos con rayo láser, que cambian la forma de la córnea; todo ello bajo la supervisión de un oftalmólogo, después de practicar un examen visual y de haber clasificado el grado de avance de la disfunción visual.

Las gafas o anteojos son fabricados de plástico o cristal; aunque las primeras son más ligeras se rayan con facilidad, mientras que las segundas duran más, pero corren el riesgo de romperse. Por otra parte, no es raro que se apliquen químicos para que se obscurezcan ante la luz solar, y pueden ser de mayor espesor para controlar la entrada de rayos ultravioleta.

A su vez, los lentes de contacto son estéticamente más atractivos pero requieren mucho más cuidados que las gafas; para la miopía normalmente se recetan los denominados blandos, que comienzan a usarse poco a poco hasta su total adaptación; sus contraindicaciones principales son dormir, nadar, exponerse a vapores químicos y permitir la entrada de objetos extraños al ojo cuando están puestos; los del tipo duro se indican cuando además de miopía el afectado sufre de astigmatismo. El oftalmólogo debe entrenar al paciente sobre los procesos de cuidado y limpieza, así como ser notificado de cualquier cambio en la visión o alguna incomodidad que se presente con este tipo de lentes.

La cirugía para corregir miopía generalmente se practica cuando el defecto no se puede remediar a través de los métodos antes mencionados. La técnica más recurrente hasta hace unos años era la llamada queratotomía radial, que consiste en hacer cortes perpendiculares de gran profundidad para corregir la forma de la córnea utilizando para ello un bisturí de diamante. Sin embargo, esta intervención provoca algunos problemas como debilitamiento de la córnea y destellos molestos, además de que no se recupera completamente la visión y en muchos casos se requiere de anteojos, por lo que no se recomienda, a pesar de que algunos oftalmólogos la sigan practicando por su bajo costo.

En la actualidad el empleo del rayo láser ha demostrado resultados más seguros y con menor riesgo de que surjan complicaciones; en esta modalidad el corte sobre la córnea es superficial y no perpendicular, razón por la cual su estructura no se debilita. La cirugía refractiva asistida con láser es el procedimiento que se realiza en más del 80% de casos a nivel mundial; su nombre técnico es queratomileusis in situ asistida con láser (laser assisted in situ keratomileusis, lasik).

Una variante de esta técnica es la llamada queratotomía fotorrefractiva, en la que la córnea se raspa o se talla y el rayo láser se aplica directamente sobre la parte anterior de esta parte del ojo, sin necesidad de ningún corte previo, lo cual lo hace un procedimiento más seguro. Sus desventajas en relación a lasik tienen que ver con el periodo de recuperación, que generalmente es más prolongado e incómodo, e incluso puede requerir tener los ojos tapados durante algunos días.

En algunos casos particulares, se emplean los implantes de lentes intraoculares o de anillos dentro de la córnea para alterar su forma y curvatura; se recomienda a pacientes con defectos visuales muy marcados y presenta mayores complicaciones, pues para implantarlos es necesario abrir el globo ocular.

Lo ideal es que la miopía se detecte desde la etapa infantil con exámenes visuales periódicos para que se receten lentes de contacto o anteojos adecuados y se controle su evolución. Posteriormente, cuando el ojo esté completamente desarrollado (aproximadamente a los 20 años), una cirugía puede devolverle permanentemente una buena visión.

 

Redacción

Equipo de redacción de la red de Mundodehoy.com, LaSalud.mx y Oncologia.mx

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