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Violencia en la pareja

La violencia en la pareja es un fenómeno que se produce en todos los países,  independientemente del grupo social, económico o cultural al cual pertenezcan las personas involucradas. De igual manera, la violencia se presenta tanto en parejas heterosexuales como homosexuales; sin embargo, las estadísticas nos hablan de que, en la mayoría de los casos, la violencia en pareja es infligida por los hombres hacia las mujeres. Desde hace algún tiempo, la mujer comenzó a denunciar hechos de violencia en su contra, por lo que las instituciones para la mujer y los derechos humanos han hecho que este tema se vea cada vez más como un problema de gran importancia para la salud pública.

La violencia en la pareja se refiere a cualquier comportamiento dentro de una relación íntima que causa daño emocional, psicológico, verbal, sexual o físico a los miembros que la conforman. Generalmente, son formas de demostrar control y dominación sobre el otro. El maltrato se suele repetir cíclicamente y, si no se detiene a tiempo, se va agravando en intensidad y frecuencia. En general, cuando se habla de violencia, se tiende a pensar en sus formas más graves y visibles como pegar, patear, etc.; sin embargo, existen diferentes
tipos de abuso:

– Maltrato físico. Comprende una escala de conductas como abofetear, golpear, patear, empujar, etc. Las consecuencias físicas pueden ser leves o graves; pero siempre son traumáticas.

Maltrato psicológico. Incluye conductas que provocan daño emocional, como la humillación, insultos, denigración, amenazas, gritos, indiferencia y devaluaciones constantes. De igual manera, incluye criticar o resaltar los defectos del otro, no tener en cuenta sus necesidades afectivas, mostrarse indiferente frente a sus estados afectivos, etc.

– Maltrato sexual. Incluye la imposición de actos de carácter sexual contra la voluntad de la otra persona.

– Maltrato social. Abarca comportamientos dominantes como aislar a la pareja de su familia y amigos, controlarla y vigilarla todo el tiempo; descalificarla en el área intelectual, laboral y social.

– Maltrato en la cuestión económica. No cubrir las necesidades básicas por medio del control, explotación y mal uso de los recursos económicos de la pareja. Asimismo, la violencia en la pareja se genera a partir de diversas causas, entre ellas, la principal es el factor psicológico, el cual se presenta tanto en el agresor como en la víctima, dado que al ser una pareja, ambos se encuentran involucrados en una relación co-dependiente al maltrato. La violencia en la pareja persiste porque existe un proceso llamado %u201Cciclo del maltrato%u201D. 

En este ciclo hay momentos de calma, los cuales pueden durar días o meses; sin embargo, después de un tiempo, comienzan los desacuerdos, las peleas, y se eleva la %u201Ctensión%u201D, hasta llegar al momento de la %u201Cexplosión%u201D, en donde la pareja ataca, por lo general, de manera brutal, presentándose un episodio violento con grandes agresiones que dejan consecuencias y repercusiones importantes en la víctima. Después de esto, el agresor justifica su agresión reprochando a su pareja, la cual muchas veces acepta la culpa y lo perdona. Al pasar esta etapa, llega la %u201Cluna de miel%u201D, donde hay promesas de cambio y la pareja se reconcilia; y más tarde el ciclo se repite.

Debido a los conflictos psicológicos y a la historia personal de cada uno, ambos integrantes de la pareja se ven envueltos en una relación violenta, en la que sienten que no hay posibilidades de salir de ahí. Los dos viven con desconfianza y mucho enojo hacia el otro; así como temor, rechazo y confusión.

Esta situación de violencia tiene consecuencias muy importantes.

En el aspecto físico, la víctima puede sufrir lesiones severas, dolores crónicos y enfermedades. En el ámbito psicológico ambos sufren ansiedades muy profundas, depresión, rabia y desesperación. La víctima del maltrato vive con miedo y ansiedad, experimenta sentimientos de culpa y vergüenza, soledad, desesperación y tristeza.

Por otro lado, existen diversos factores que pueden influir en que las personas maltratadas (en su mayoría mujeres) continúen con este tipo de relación. Entre ellos se encuentran el temor al castigo, la falta de medios alternativos de apoyo económico, la preocupación por los hijos, la dependencia emocional, la falta de apoyo por parte de la familia y los amigos, y la esperanza constante de que la pareja cambie. Es por esto que la respuesta de una persona al maltrato suele estar limitada por las opciones de las cual dispone y, muchas veces, carece de ellas.

Qué hacer frente a la violencia conyugal

La violencia en la pareja puede ser enfrentada de diversas maneras. Lo primero es reconocer que se vive una relación violenta y asumir la responsabilidad de lo que está sucediendo. Lo anterior puede ser muy difícil, ya que la persona que ha estado inmersa en una situación de maltrato tiene miedo a abandonar este círculo; sin embargo, apartarse de este tipo de relación representa un proceso, el cual incluye periodos de negación, culpa y sufrimiento, antes de que terminen por reconocer su situación. Si deseamos ayudar a alguien que esté atravesando esta situación, no debemos forzarla y obligarla, sino ayudarle a ver que tiene y debe permitirse el derecho de cambiarlo, y apoyarla con esta idea. No obstante, la mayoría de las veces resulta determinante realizar una denuncia por violencia intrafamiliar al inicio del proceso de solución al problema, porque una situación de violencia no se resuelve de la noche a la mañana, es un proceso muy largo que puede durar años, y muchas veces hay recaídas.

Es de suma importancia pedir ayuda profesional a un psicólogo en este tipo de casos, para que el especialista pueda orientar a la víctima, a la pareja y a la familia, a entender el problema y a resolverlo de la mejor manera posible.

Redacción

Equipo de redacción de la red de Mundodehoy.com, LaSalud.mx y Oncologia.mx

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