El asma es una de las enfermedades respiratorias crónicas frecuentes entre la población, principalmente en niños y adultos jóvenes. Tan sólo en el mundo, más 300 millones de personas la padecen. En México, cerca del 10% de la población padece asma, y el 40% de ellos la desarrollaron a partir de una rinitis alérgica mal cuidada.
Los cambios climatológicos, el alto índice de contaminación, la mala alimentación y la predisposición hereditaria de cada persona han incrementado el número de padecimientos alérgicos respiratorios que, al no ser reconocidos a tiempo, se convierten en padecimientos crónicos respiratorios.
El asma es una enfermedad crónica de largo plazo; consiste en la obstrucción parcial de los bronquios y bronquiolos, debido a una contracción de los músculos de sus paredes, dificultando que el aire llegue a los pulmones y se pueda respirar de manera normal.
El síntoma más característico es el ahogo, acompañado por una sensación de tensión dolorosa en el pecho y dificultad respiratoria, cuya intensidad es variable. Dicha acción comúnmente recibe el nombre de %u201Cataque de asma%u201D que, si no se atiende o controla a tiempo, puede ocasionar la muerte. El doctor Miguel D´Urzo, miembro de la Federación Mexicana de Otorrinolaringología y Cirugía Cabeza y Cuello (FESORMEX), comentó que el asma es una de las enfermedades que más preocupa a la OMS, ya que cada día va en aumento. %u201CLo alarmante es que el asma puede tener complicaciones graves, me atrevo a decir que fatales.
El asma cambia la vida de las personas que la padecen; por lo tanto, requiere cuidado diario. Aunque el paciente se sienta bien, la enfermedad existe y es necesario estar bajo vigilancia médica todo el tiempo. Esto lo resiente de forma inmediata el bolsillo, ya que son necesarios medicamentos diarios y visitas al doctor para lograr un buen control de la enfermedad%u201D.
FESORMEX exhorta a la población a considerar las siguientes medidas preventivas:
%u2022 Evitar la acumulación del polvo, especialmente en la habitación del paciente o donde esté con mayor frecuencia.
%u2022 Evitar animales (gatos o perros) y/o plantas dentro de la casa.
%u2022 Ventilar adecuadamente las habitaciones y evitar la humedad.
%u2022 Usar almohada de hule espuma forrada con dos fundas. Cubrir el colchón con plástico.
%u2022 Evitar cambios bruscos de temperatura.
%u2022 Realizar ejercicio moderado.
%u2022 Evitar contacto con personas enfermas de las vías respiratorias y niños con fiebres eruptivas.
%u2022 Aplicar oportunamente todas las vacunas consideradas como obligatorias.
