Anorexia y bulimia, enfermedades mortales
La bulimia y la anorexia son enfermedades que en los últimos tiempos han cobrado muchas vidas alrededor del mundo, principalmente en mujeres. Sin embargo, continúa en aumento el número de jóvenes que la padecen.
Aunque son desórdenes alimenticios, cada uno tiene síntomas muy distintos, la anorexia se caracteriza por la falta de ingesta de alimento y la bulimia por los atracones (consumo en exceso de comida) en un tiempo corto, pero eso no excluye que una persona pueda pasar de una enfermedad a otra.
Los síntomas representativos de la anorexia son dejar de comer, consumir medicamentos reductores del apetito, tener una imagen distorsionada de uno mismo (verse a sí misma y sentirse gorda), baja autoestima, ser perfeccionista, hacer ejercicio en exceso, introvertidas, disciplinadas e inseguras.
La bulimia se identifica por ingerir diuréticos, purgantes y laxantes, así como provocarse el vómito después de cada comida, cuando esto se realiza por un período largo, el estomago se acostumbra a no recibir alimento, ocasionando que cuando se consuma algo, lo vomiten.
Según estudios de la Centro de Tratamiento para la Mujer, Avalon, estas enfermedades surgen entre los 14 y 18 años de edad (en el 90 % de los casos), aunque se han registrado casos en menores de 10 años.
Pero, ¿cuál es el detonante para que una persona sufra de trastornos alimenticios?
El bombardeo excesivo de los medios de comunicación hace que una persona genere una imagen corporal fuera de su alcance, como la televisión y las revistas que presentan mujeres exageradamente delgadas, dando un prototipo de mujer erróneo, además que las tiendas de ropa hacen cada vez las tallas más chicas.
La presión social y psicológica son propiciadores de que una chica empiece a sentirse a disgusto con su cuerpo y se origine el trastorno, comenzando con una dieta rigurosa, el 90 % de las mujeres inician con una recomendación inofensiva en apariencia, excluyendo alimentos con alto contenido graso y calórico, para así poder lograr la imagen deseada en la mente, que en la mayoría de los casos suele ser fuera de la realidad.
Las consecuencias en la salud pueden ser permanentes, como son resequedad en la piel, intolerancia al frío, caída del cabello, uñas quebradizas, pérdida del período menstrual (amenorrea), y cuando la desnutrición es muy severa se presenta un vello muy delgado y fino (lanugo), a consecuencia de la pérdida de grasa, puede salir en la cara, brazos, piernas e incluso en la espalda. Al no diagnosticarse a tiempo se puede llegar a la muerte.
Hay que hacer hincapié en que este tipo de enfermedades son un trastorno psiquiátrico y no es un capricho o mal comportamiento por parte de la persona. Existen diversos lugares que tratan estos males como la Clínica Avalon, en donde se especializan en rehabilitar a las personas que sufran de anorexia o bulimia.
No sólo se trata de lograr que una persona vuelva a comer con normalidad, también se debe trabajar en la autoestima y sacar las emociones negativas para ayudar al paciente a su pronta recuperación. Para no tener recaídas se debe llevar adecuadamente el programa de rehabilitación, pero en gran medida, la recuperación dependerá de ellas mismas y sus ganas de vivir.
Por último nos resta decir que una mujer no necesita ser extremadamente delgada para tener éxito o aceptación, no hay que perjudicar nuestra salud sólo para entrar en los cánones de belleza impuestos por la sociedad, debemos tener en cuenta que lo más importante es nuestra seguridad, lo que podamos aportar a los demás, nuestra salud y la calidad de vida que deseamos tener.