Otras consecuencias a la salud por el consumo de bebidas adulteradas e, incluso, por las manufacturadas legalmente, son los daños de tipo hepático.
Ante los festejos por las fechas patrias, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) advierten que el exceso en el consumo de bebidas alcohólicas pone en riesgo la vida por daños a nivel hepático. Además, en los servicios de Urgencias, se puede complicar un diagnóstico oportuno debido a los elevados índices etílicos en el organismo.
El doctor Alfonso Asiaín Soni, jefe del Servicio de Ortopedia Pediátrica y Polifracturados del Hospital General Regional (HGR) No. 2 “Villa Coapa” del IMSS, refirió que las lesiones asociadas al consumo de alcohol son en general heridas por armas blancas y de fuego, así como fracturas, en ocasiones múltiples, por accidentes automovilísticos.
Relató que los ánimos se exaltan debido a que el alcohol inhibe en el cerebro los centros controladores de la conducta, por lo que potencialmente se pueden presentar situaciones de riñas.
En cuanto a las fracturas por colisiones de tránsito, los casos más complejos de atender en los servicios de urgencias son las múltiples, ya que éstas ponen en riesgo la vida. Para estabilizar a estos pacientes, los especialistas tienen que realizar una intervención quirúrgica de emergencia a nivel de tórax y abdomen.
Por otra parte, señaló que los altos registros de alcohol en el organismo pueden complicar un diagnóstico oportuno ya que, por ejemplo, las afectaciones cráneo-encefálicas pueden ser producto de una contusión o bien por el exceso etílico en el cerebro.
Otra dificultad para atender a las personas en ese estado se presenta en las lesiones por armas blancas, ya que bajo estos efectos el paciente pierde sensibilidad y puede no sentir dolor, por lo que no está en condiciones de informar a los médicos el lugar de ciertas heridas.
El doctor Asiaín Soni comentó que una persona alcoholizada pierde el sentido del equilibrio y la sensibilidad como consecuencia del daño que se sufre en el cerebro, de forma particular, en la región conocida como cerebelo que es la que controla estas funciones.
Por ello, detalló, una persona bajo estos efectos no está calificada para manejar, ya que además de mermar su equilibrio, pierde su capacidad motriz que se limita a nivel muscular.
En cuanto a las consecuencias a la salud por el consumo de bebidas adulteradas e, incluso, por las manufacturadas legalmente los daños son de tipo hepático, informó la doctora Yolanda Zamorano Orozco, médico del Servicio de Endoscopía y Gastroenterología del HGR No. 1 “Carlos Mac Gregor Sánchez Navarro”.
Por lo que se refiere a las bebidas piratas afectan más pronto al hígado ya que se trata de productos elaborados con alcohol sin destilar por lo que son más tóxicas y pueden ocasionar erosión en el estómago y esófago, poniendo en riesgo la vida del paciente. Los síntomas van desde dolor abdominal hasta sangrado del tubo digestivo, apuntó.
Un grado de intoxicación etílica por bebidas adulteradas, o no, puede traducirse en un cuadro de hepatitis que trae como consecuencia una insuficiencia hepática grave progresiva, que lleva al deterioro general de la salud y, por ende, al fallecimiento de la persona.
Además, se pone en riesgo la visión, ya que las sustancias de estas bebidas tienen un efecto de fijación en órganos blandos como los nervios ópticos, que pueden presentar inflamación y atrofia, causando eventualmente ceguera. Los daños, pueden ser irreversibles, subrayó.
Ante los festejos por las fechas patrias, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) advierten que el exceso en el consumo de bebidas alcohólicas pone en riesgo la vida por daños a nivel hepático. Además, en los servicios de Urgencias, se puede complicar un diagnóstico oportuno debido a los elevados índices etílicos en el organismo.
El doctor Alfonso Asiaín Soni, jefe del Servicio de Ortopedia Pediátrica y Polifracturados del Hospital General Regional (HGR) No. 2 “Villa Coapa” del IMSS, refirió que las lesiones asociadas al consumo de alcohol son en general heridas por armas blancas y de fuego, así como fracturas, en ocasiones múltiples, por accidentes automovilísticos.
Relató que los ánimos se exaltan debido a que el alcohol inhibe en el cerebro los centros controladores de la conducta, por lo que potencialmente se pueden presentar situaciones de riñas.
En cuanto a las fracturas por colisiones de tránsito, los casos más complejos de atender en los servicios de urgencias son las múltiples, ya que éstas ponen en riesgo la vida. Para estabilizar a estos pacientes, los especialistas tienen que realizar una intervención quirúrgica de emergencia a nivel de tórax y abdomen.
Por otra parte, señaló que los altos registros de alcohol en el organismo pueden complicar un diagnóstico oportuno ya que, por ejemplo, las afectaciones cráneo-encefálicas pueden ser producto de una contusión o bien por el exceso etílico en el cerebro.
Otra dificultad para atender a las personas en ese estado se presenta en las lesiones por armas blancas, ya que bajo estos efectos el paciente pierde sensibilidad y puede no sentir dolor, por lo que no está en condiciones de informar a los médicos el lugar de ciertas heridas.
El doctor Asiaín Soni comentó que una persona alcoholizada pierde el sentido del equilibrio y la sensibilidad como consecuencia del daño que se sufre en el cerebro, de forma particular, en la región conocida como cerebelo que es la que controla estas funciones.
Por ello, detalló, una persona bajo estos efectos no está calificada para manejar, ya que además de mermar su equilibrio, pierde su capacidad motriz que se limita a nivel muscular.
En cuanto a las consecuencias a la salud por el consumo de bebidas adulteradas e, incluso, por las manufacturadas legalmente los daños son de tipo hepático, informó la doctora Yolanda Zamorano Orozco, médico del Servicio de Endoscopía y Gastroenterología del HGR No. 1 “Carlos Mac Gregor Sánchez Navarro”.
Por lo que se refiere a las bebidas piratas afectan más pronto al hígado ya que se trata de productos elaborados con alcohol sin destilar por lo que son más tóxicas y pueden ocasionar erosión en el estómago y esófago, poniendo en riesgo la vida del paciente. Los síntomas van desde dolor abdominal hasta sangrado del tubo digestivo, apuntó.
Un grado de intoxicación etílica por bebidas adulteradas, o no, puede traducirse en un cuadro de hepatitis que trae como consecuencia una insuficiencia hepática grave progresiva, que lleva al deterioro general de la salud y, por ende, al fallecimiento de la persona.
Además, se pone en riesgo la visión, ya que las sustancias de estas bebidas tienen un efecto de fijación en órganos blandos como los nervios ópticos, que pueden presentar inflamación y atrofia, causando eventualmente ceguera. Los daños, pueden ser irreversibles, subrayó.