Sinuhe Barroso Bravo, director médico de la Unidad Médica de Alta Especialidad (UMAE) Hospital de Oncología, del Centro Médico Nacional “Siglo XXI” del IMSS, señaló que el cáncer de estómago ocupa el cuarto lugar de padecimientos oncológicos a nivel nacional en mujeres y el quinto, en hombres.
Para este tipo de carcinoma gástrico, en el Instituto Mexicano del Seguro Social, el mejor tratamiento que se aplica es el quirúrgico, afirmó, que en este nosocomio el cáncer de estómago es la primera causa de consulta, con 500 nuevos casos anuales.
Indicó que 6 de cada 10 pacientes se presentan con etapas avanzadas de cáncer gástrico y, en su mayoría, tienen una sobrevivencia de 5 años. El padecimiento se puede manifestar después de los 50 años y, generalmente, es curable cuando se detecta a tiempo.
Barroso Bravo agregó que en los pacientes que ya no pueden ser tratados con cirugía, en el Seguro Social se están aplicando protocolos médicos muy similares a los de Estados Unidos y Europa, como son las terapias moleculares blanco, que consisten en la utilización de un anticuerpo monoclonal, fármaco con el que se bloquea directamente una proteína desencadenante del tumor, que no daña otras estructuras del organismo, como sucede con la quimioterapia.
El doctor Rafael Medrano Guzmán, especialista adscrito a la UMAE de Oncología, indicó que entre los factores de riesgo que sin ser la causa están asociados al cáncer gástrico, el principal es el antecedente genético, es decir, cuando tienen padres o abuelos con ese padecimiento.
Añadió que otro factor de riesgo es la bacteria helicobacter pilory, por la que está infectado el 70 por ciento de la población mexicana y con la que coexiste el 90 por ciento de los pacientes que tienen cáncer de estómago. Acotó que ese microorganismo produce la gastritis y que, de presentarse la afección recurrentemente, se debe hacer una endoscopía e incluso una biopsia, sobre todo cuando hay una ulcera.
En el Servicio de Sarcomas y Tubo Digestivo Alto de ese Hospital, de los 400 pacientes que anualmente son atendidos, sólo la tercera parte, es decir 133, es candidato a cirugía, que consiste en quitar desde una parte hasta la totalidad del estómago (gastroectomía).
Mencionó que otro de los tratamientos novedosos es el ultrasonido endoluminal, que se realiza a través de un endoscopio para medir las capas del tubo digestivo y detectar a tiempo los tumores o lesiones pequeñas.
El doctor Medrano Guzmán explicó que con estos estudios se conoce en qué etapa se encuentra el tumor y se puede llevar a cabo una cirugía precisa y menos radical, evitando una pérdida parcial o total del estómago.
Después de una intervención quirúrgica por cáncer de estómago, dependiendo de la fase en que se encuentre la enfermedad, se pueden considerar tratamientos con quimio y radioterapia, que permitan aumentar el tiempo de sobrevivencia, la posibilidad de que no reaparezca la enfermedad o, incluso, de que la persona conviva más tiempo con ella.
Medrano Guzmán puso como ejemplo a ciertos tumores, como el denominado del estroma gastrointestinal, que antes eran tratados sólo con quimioterapia para que los pacientes tuvieran una posibilidad de recuperación de 10 a 15 por ciento como máximo y de sobrevivir no más de 6 meses.
El doctor Medrano Guzmán comentó que otros elementos que se relacionan con el carcinoma gástrico son la ingesta excesiva de alimentos grasosos, generadora de secreción anormal de sales biliares, cirugías por úlceras; tabaquismo, alcoholismo, la presencia de conservadores químicos, que en alta cantidad se agregan a los productos alimenticios ahumados, embutidos, embolsados y enlatados o a los refrescos.
Cuando la mucosa gástrica es expuesta a constante agresiones, su tejido se transforma y da lugar a la displasia, una formación celular diferente de la original y más tarde en carcinoma, por lo que recomendó dieta baja en grasas, alta en fibra, así como el consumo de frutas y verduras.