México D. F., 14 de febrero (Redacción LaSalud.com.mx).- Se trata de una práctica secreta, desconcertante e inexplicable para los familiares y amigos de quienes la practican, pero algunas personas no encuentran otra forma de hacerle frente a muchas de sus emociones si no es autolesionándose. Esta conducta está relacionada con el consumo de drogas, los trastornos alimentarios y problemas psiquiátricos, si bien no se sabe a ciencia cierta en qué medida.
El fenómeno de la autolesión merece una especial atención y mayor tiempo de investigación, si se quiere llegar a conclusiones que verdaderamente sean útiles para quienes sufren de este problema.
Los estudios al respecto siguen, muestra de ello es una investigación realizada por expertos de la Universidad de Papua, en Italia, cuyos resultados fueron publicados en la edición de enero del Journal of Clinical Psychiatry.
El equipo, dirigido por la doctora Angela Favaro, encuestó a 934 mujeres de entre 18 y 25 años residentes de dos regiones de Papua. El 24 por ciento mencionó haberse lesionado intencionalmente al menos una vez durante la vida adulta, provocándose desde pinchazos en la piel hasta cortadas o quemaduras.
Los investigadores dividieron las autolesiones en dos tipos: el comportamiento compulsivo, como pincharse la piel o comerse las uñas (que fueron consideradas como autolesión si causaban dolor o daño en algún tejido), en los que la persona se resiste a realizar la acción, pero siente alivio después de hacerla; y el comportamiento impulsivo, que es menos frecuente y produce una especie de gratificación.
Los resultados mostraron un total de 228 casos de comportamiento autolesivo. Los comportamientos compulsivos fueron los más frecuentes, ya que aparecieron el 21.3 por ciento de las participantes, mientras que el 5.2 por ciento se autolesionó impulsivamente.
Entre las mujeres que aceptaron tener algún comportamiento autolesivo impulsivo, el 39 por ciento aseguró que sólo lo habían hecho un par de ocasiones, mientras que el 61 por ciento admitió haberse lesionado repetidamente.
Los investigadores hallaron también dos subgrupos en cada grupo: uno conformado por las mujeres que se tiraban del cabello y se comían las uñas (el 15 por ceinto); el ocho por ciento se picaban la piel y se mordían; el cuatro por ciento, que se cortaban, pegaban y quemaban, y el dos por ciento, que se golpeaban en la cabeza, las manos y se rasguñaban.
Las participantes que se autolesionaban tenían un mayor estrés emocional que aquellas que no lo hacían, así como un menor conocimiento de su propio cuerpo. Se encontró también que los desórdenes alimentarios eran más frecuentes entre las mujeres que se lesionaban impulsivamente. De igual forma, las mujeres con conducta autolesiva mostraron mayor propensión a haber sufrido una violación o acoso sexual en su niñez. (Fuente: Reuters Health)
