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Daños generados por no dormir bien

LaSalud.mx.- El sueño es parte fundamental del buen descanso, por lo que está compuesto por hábitos del día y de la noche, lo que impacta en las horas de sueño que se tengan durante la noche. Muchos mexicanos tienen malos hábitos que impiden descansar, en donde interviene el insomnio, el ruido o días estresados, que no permiten concebir el sueño. 

Los malos hábitos impiden que exista un buen descanso, generando factores que los hacen propensos a desarrollar trastornos de sueño, entre los más frecuentes están el insomnio, de leve a severo, y las apneas nocturnas, producto de algún tipo de trastorno respiratorio.

En el caso del insomnio leve, especialistas de la Clínica de Trastornos del Sueño de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) comentan que se debe a ciertos malos hábitos producen alteraciones en el descanso.

Yoali Arana, directora de dicha clínica, indica que el hábito más común es la activación, la cual “por lo general es producto de la ingesta de bebidas o sustancias estimulantes como café, tabaco, bebidas energéticas o con alto contenido calórico, previa al reposo, así como la realización de ejercicio, sobre todo cardiovascular, cuatro o menos horas antes de irse a acostar”.

Pero una de las principales causas actuales de alteraciones en el descanso y el sueño es la estimulación con luz artificial. Estudios realizados por la UAM refieren que más del 90 por ciento de los mexicanos hacen uso de dichos aparatos, sobre todo de la televisión, antes de dormir, lo que acarrea “alteraciones cotidianas que pueden caer en trastornos más severos”. La psicóloga recomienda que por lo menos dos horas antes de ir a dormir se eviten todo tipo de dispositivos electrónicos, ya que el cerebro es sensible a sus variaciones de luz que desajustan los ciclos del sueño.

No obstante, los problemas que más frecuentemente causan trastornos al dormir son los respiratorios: el síndrome de la apnea obstructiva del sueño (SOS) afecta al 30 por ciento de la población mexicana. Se manifiesta con roncar, dejar de respirar durante algunos segundos más de cinco veces en una hora o hasta con continuas visitas al baño.

“Todo ello genera muchos microdespertares que no permiten que el sueño sea reparador”, recalcó Arana. Asimismo, dijo que las personas con apneas nocturnas no oxigenan bien su cuerpo, por lo que la sangre bombeada al cerebro es insuficiente y no les permite descasar de forma óptima.

Las personas que padecen SOS, así como otros factores que afectan el descanso, tienen afecciones graves de salud. Entre otros órganos, según la especialista, puede afectarse el corazón: “el SOS es uno de los principales factores de riesgo cardiaco, como infartos miocardios, ya que en cada apnea hay cambios en la presión para compensar esa falta de oxígeno en el cuerpo, por lo que en un periodo largo esto es contraproducente para la salud”.

Explicó que las personas que no duermen bien son más propensas a la obesidad, y a su vez, muchas de las personas obesas presentan algún tipo de trastorno de sueño ya que al dormir se liberan hormonas relacionadas con la saciedad, como la melatonina, que al ser insuficiente o estar desregulado, también afecto el ciclo de sueño.

Por otro lado, una de las afecciones más preocupantes para los hombres son los problemas de disfunción sexual. Los más comunes son los de erección, eyaculación precoz y bajo apetito sexual, también presente en las mujeres. Por lo general se deben a una disminución de la testosterona debido a la fragmentación del sueño, problema que se agrava con la edad si no es atendido de manera oportuna.

Cuando los trastornos de sueño son frecuentes, las personas recurren a opciones terapéuticas que pueden ser contraproducentes si no son vigiladas por un grupo interdisciplinario de médicos que localicen el origen del problema.

La Clínica de Trastornos del sueño de la UAM, como muchas otras instituciones de su clase, ofrece alternativas especializadas e individualizadas a sus usuarios. Desde tratamientos a nivel orgánico hasta nivel psicológico, las terapias más comunes buscan mejorar la respiración de los pacientes a través de mascarillas, plantillas que corrigen la postura de la mandíbula, equipos de presión positiva o alternativas quirúrgicas como la palatoplastía, pero también existen fármacos o fitofármacos para tratar los desórdenes psicológicos o emocionales que afectan el sueño.

Redacción

Equipo de redacción de la red de Mundodehoy.com, LaSalud.mx y Oncologia.mx

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