- Ha sido
probado con éxito en más de 4 mil cirugías y podría reducir eficazmente la
muerte materno-infantil
En una emergencia
médica en la que se presenta sangrado agudo por trauma, o en cirugías donde hay
sangrado profuso, es muy común no contar con disponibilidad inmediata de
sangre. En estos casos se requieren alternativas de transfusión.
Durante años, a estas
alternativas se les conoció como sangre
artificial, pero en realidad se trata de un Transportador Artificial de
Oxígeno (TAO), que es precisamente la función de este compuesto químico, capaz
de suplir la principal labor de los glóbulos rojos.
Hace más de 25 años,
en el Centro Médico Nacional (CMN)
Raza
médico internista Adolfo Chávez Negrete inició sus investigaciones en busca de
un sustituto eficaz de sangre.
Desde entonces, el
doctor Chávez Negrete ha estudiado diversos suplentes sanguíneos como agua
(hemodilución), dextranos, almidón –que se obtienen de la glucosa y pueden
sustituir sólo el plasma–, pero ninguno de ellos resultó eficiente para
transportar oxígeno.
Hablar de sangre
artificial, explica el director de Investigación y Educación en Salud del Hospital
de Especialidades del CMN Siglo XXI, implica referirse también a glóbulos blancos,
plaquetas, factores de coagulación. Pero lo primero que se necesita en una
urgencia es suplir la función de los glóbulos rojos como transportadores de
oxígeno.
El trabajo del doctor
Chávez Negrete y su equipo encontraron la alternativa a principios de siglo: el
perfluorocarbono, una solución inerte y de gran estabilidad que demostró su
eficacia al transportar oxígeno; además de ser totalmente inocuo.
El internista del
Seguro Social recordó que otra ventaja de este TAO es que la dosis necesaria es
relativamente baja. Se necesitan 5 mililitros de perfluorocarbono por kilogramo
de peso; es decir, con 300 mililitros %u2013el equivalente a una botella chica de
agua- se puede mantener la oxigenación suficiente de una persona de
peso, aún cuando haya perdido 70 por ciento del volumen de sangre.
El perfluorocarbono
sólo es una alternativa de la transfusión, no la sustituye; lo ideal, indica el
especialista del Seguro Social, es la sangre misma. Sin embargo, la que se
obtiene a través de la donación altruista siempre es insuficiente, por lo que
este producto aparece como la mejor opción en caso de requerirse recuperar, de
manera rápida, una gran pérdida sanguínea.
Este compuesto
químico se utiliza actualmente en el CMN Siglo XXI, pero únicamente como parte
del desarrollo de proyectos de investigación. A la fecha, indicó el doctor
Adolfo Chávez Negrete, alrededor de cuatro mil derechohabientes se han visto
beneficiados con el TAO.
El perfluorocarbono,
especificó, es universal, se puede usar con cualquier tipo de sangre; lo único
que requiere es refrigeración y cuenta con la ventaja de que su vigencia es de
tres años, frente a los 20 días que tiene de caducidad la sangre.
El investigador del Instituto
Mexicano del Seguro Social hizo notar su confianza en que este estudio, pionero
en Latinoamérica, pronto pase a formar parte de los procesos básicos de
atención en el IMSS, para emplearse no sólo en cirugías mayores, sino también
en la disminución del número de muerte materno-infantil, ya que las hemorragias
son responsables de las altas cifras de éstas.
Este
avance coloca a México a la par de naciones desarrolladas como Alemania, Japón
y Estados Unidos en la creación de sustitutos de sangre, un reto que los especialistas
se han propuesto ante la escasez de donadores.