El Libro Conmemorativo de Casa de la Amistad %u201CAmor, Esperanza y Vida%u201D, tiene la intención de invitarnos a reflexionar sobre el mundo de la filantropía, los derechos humanos, el esfuerzo institucional, y la apuesta que un comprometido grupo de personas preparadas, sensibles y generosas ha logrado con su esfuerzo de veinte años.
El título mismo de la publicación perfila a sus beneficiarios y, en consonancia, los define como lo que en realidad son: niños y jóvenes valientes; admirablemente valientes.
Al recorrer las páginas del libro encontramos testimonios, anécdotas, cifras, llamados de ayuda, nombres, logros, declaraciones y comunicados que al organizarse y sumarse, intentan en el mejor de los escenarios, presentar a una Institución a la que necesariamente hay que acceder para poderla ver y entender en toda su dimensión.
Si se tiene la suficiente perspicacia y sensibilidad, también se puede realizar una lectura entre líneas de este libro. Ésta, tal vez sea la que resulte más sustancial.
A los textos los acompañan ilustraciones, cartas y fotografías que componen el acervo tangible de Casa de la Amistad. En ellas, aparecen rostros sonrientes que se convierten en el mejor regalo que nos entrega un niño o un joven que se ha convertido en parte de Casa de la Amistad.
Claro no tendría que decirlo, lo sabemos y lo vivimos: no todo es alegría. Si fuera así, Casa de la Amistad no tendría sentido de existir. Las fotografías seleccionadas para ilustrar el libro, son retratos que no muestran de manera innecesaria el rostro de la enfermedad. Y ese rostro se hace visible cuando se perfila por un retinoblastoma, un osteosarcoma o una leucemia aguda linfoblástica. No mostramos ese rostro, por respeto al niño y al joven que no han escogido tenerlo; no lo mostramos por la admiración que sentimos por ellos cuando con unas gafas para el sol, con una gorrita, o con una vestimenta holgada salen a nuestro encuentro sonrientes, evitando mostrar lo que no los hace menos niños, menos jóvenes, o menos valientes.
Porque sigue existiendo una batalla que librar; porque seguimos persiguiendo ganarla sin tener que lamentar una sola pérdida, es por ello que festejamos juntos veinte años de labor y apostamos para mantenernos unidos, comprometidos y fieles a nuestra Misión: %u201CBrindar apoyo integral a niños y jóvenes de escasos recursos que padecen cáncer en México%u201D.
