El pasado 21 de julio, el secretario de Salud, José Ángel Córdova Villalobos alertó que el aedes aegypti, mosquito que transmite el dengue, desarrolló resistencia a los insecticidas, además de adaptarse a vivir en regiones con una altura de mil 700 metros sobre el nivel del mar; por lo que ya no es exclusivo de climas tropicales.
Datos del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) revelan que el dengue es una enfermedad viral transmitida por la picadura de un mosquito infectado; el cual generalmente se reproduce en recipientes con agua estancada como tanques, latas, botellas, llantas o cualquier otro tipo de basurero.
Al respecto, el doctor José Ramos Castañeda del Centro Investigación Sobre Enfermedades Infecciosas (CISEI) del INSP, de esta institución, afirmó que el dengue no es una enfermedad que circule localmente, sino que entra al país, y está relacionada con factores como la migración de Centroamérica hacia Estados Unidos y el desarrollo de las vías de comunicación.
De hecho, ha sido demostrado que un vector puede viajar del sureste asiático hacia América gracias al desarrollo de las vías de comunicación y comercio. %u201CUn mosquito vive 30 días, mientras que el viaje de este punto del oriente medio al canal de Panamá dura 15; esto da como resultado que un mosquito infectado pueda engendrar progenie contagiada y proliferar la enfermedad%u201D, comentó.
Existen dos formas en que el virus prolifere. La primera cuando la hembra infectada deposita sus huevos en recipientes de agua que permanezcan mucho tiempo sin limpiar, lo que da las condiciones idóneas para que los huevecillos se conviertan en larvas y después en moscos.
La segunda opción es cuando el aedes aegypti pica a una persona enferma de dengue y luego a otro ser humano, con lo que transmite el patógeno.
Ramos Castañeda apuntó que esta enfermedad es aguda y se presenta en un periodo corto de tiempo, además de que la mitad de los casos son asintomáticos, pues el dengue clásico es pasajero y no genera un compromiso importante para la salud.
No obstante, en ocasiones, suele tener síntomas como la fiebre alta, dolores de cabeza, ocular, articular y muscular; así como falta de apetito y náuseas. Por otro lado, en el dengue hemorrágico hay malestar estomacal severo, pulso acelerado, palidez, frialdad de la piel y vómitos frecuentes que pueden venir acompañados con sangre.
El experto hizo hincapié que no existe un tratamiento contra este padecimiento, pero aseguró que aún en los casos más severos no presenta secuelas, por lo que incitó a la gente a acudir al médico.
Cabe señalar que ante la sospecha de estar infectado con dengue, no deben ingerirse medicamentos que contengan ácido acetil salicílico, ya que en el uso de este medicamento puede provocarse una hemorragia masiva, e incluso la muerte.
El investigador del INSP comentó que actualmente en México están en fase de prueba dos vacunas contra el dengue que esperan estén a disposición del sector salud en un periodo no mayor a seis años.
Con el propósito de evitar la proliferación del aedes aegypti y posibles contagios, es importante tirar frecuentemente la basura tanto del interior como de los alrededores de su casa, evitar el estancamiento de agua, abrir ventanas para ventilar la casa y entre el Sol, colocar telas mosquitero y utilizar repelentes corporales y ambientales.
