La fruta, una manera sencilla de conservar la figura
Hay quienes gastan más dinero en comprar y consumir productos químicos que ayuden a combatir el sobrepeso, pero también hay quienes buscan la forma más sencilla de conservar una figura idónea, así como brindarle a su organismo los beneficios de un funcionamiento regular e integral.
Y es que un error cuando la persona se somete a dieta sólo por bajar milagrosamente esos kilos que le sobran es quitar de tajo alimentos que son necesarios para que nuestro cuerpo tenga manera de absorber nutrientes, entre ellos el consumo de algunas frutas, por considerar que tienen azúcar y ésta es perjudicial para el cometido.
No obstante, lo más importante de todo es que las frutas son un ingrediente mágico para el óptimo funcionamiento de todo nuestro organismo, y es que aparte de brindar un buen sabor a nuestro paladar, ya sea al comerlas al natural o preparadas en agua, jugo o como acompañamiento de algún alimento, son benéficas para reestructurar las células, tanto por fuera como por dentro.
Las frutas aportan muchos beneficios, además está comprobado que si se le cocina no pierde ningún nutriente, como sucede con las verduras.
Además, pueden ser utilizadas sobre la piel para darle vitalidad y frescura, también para aliviar enfermedades dependiendo del tipo de vitamina que posean, asimismo, los más listos han encontrado en la gran variedad de frutas un toque afrodisíaco, práctica que se utiliza desde tiempo atrás y que en la actualidad se ha convertido en una herramienta más para sacar partido y hacer más placentera la relación de pareja.
Y es que las frutas, además de todo lo que se ha señalado, sirven de mucho para controlar la obesidad y sin ningún riesgo, porque contrario a lo que se piensa, tiene pocas calorías y mucha fibra, la cual ayuda para que nuestro estómago quede saciado al momento de tener hambre, a la vez agilizar nuestra digestión.
Algunos nutriólogos recomiendan comer una fruta entre comidas con la finalidad de no tener más hambre y que ésta no nos haga traicionar un buen régimen alimenticio, además de no dañar el estómago, pues muchas ocasiones las personas se aguantan el hambre por pena o por no querer comer más (golosinas, panes, pasteles, etc.) sin reparar en que el dejar a nuestro estómago sin alimento para procesar provoca que el ácido gástrico lo lesione con los jugos que corren por todo el aparato digestivo en busca de algo con lo cual trabajar.
Por tal motivo se considera que ingerir fruta cotidianamente, sin exceder las raciones, ayuda a prevenir la obesidad, pues también sirve de distractor para no pensar en comer productos no nutritivos, con grasa o mucha azúcar.
Los nutrientes encontrados en las frutas son muchos, al grado de que ya se elaboran productos naturales que, combinados con otros ingredientes, ayudan en el tratamiento de algunas enfermedades, como en el caso de la uva, con propiedades antioxidantes.
Lo más recomendable es seguir buscando la manera de cuidar nuestra salud de forma natural. No es difícil seguir un régimen alimenticio sano, sólo se requiere acudir con el nutriólogo, pero el secreto, dicen los expertos, es variar los colores y sabores.