Su tratamiento en el Instituto es mediante antipiréticos y antiinflamatorios.
El herpes labial, más conocido como fuego, es una infección de muy fácil contagio que requiere ser atendida profesionalmente en las primeras 48 horas de su manifestación y no automedicarse o usar remedios populares, alertaron especialistas del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
El doctor Guillermo Vázquez Rosales, investigador asociado del Servicio de Infectología del Hospital de Pediatría del Centro Médico Nacional (CMN) Siglo XXI, comentó que cuando el herpes labial se manifiesta por primera vez, los principales síntomas son fiebre y malestar.
Posteriormente, expresó, aparece una pequeña lesión de color rojizo que ocasiona dolor, picazón y la sensación de quemazón, lo que le da su nombre popular. Ésta evoluciona dando paso a pequeñas vejigas con líquido que después se secarán, formarán costra y se caerán, proceso que suele durar entre 7 y 15 días.
Se trata de una enfermedad muy común, causada por el virus del herpes simple tipo 1 (HSV1), señaló el doctor Marco Antonio Reyes Omaña, especialista de la Unidad de Medicina Familiar (UMF) No. 21 del Instituto, quien apuntó que éste se adquiere no sólo a través del contacto directo con la persona infectada (como un beso), sino inclusive con objetos utilizados por la misma.
Se calcula que, en México, al menos 90 por ciento de la población es portadora de este virus, pero sólo entre 15 y 30 por ciento lo desarrolla, manifestándose en el brote de las también llamadas calenturas. Las ampollas suelen aparecer espontánea y repetidamente en el mismo lugar donde ocurrió durante la erupción previa, dijo.
En ocasiones, continuó Reyes Omaña, los fogazos brotan también en las encías, el paladar, la lengua e incluso en la faringe, causando, entre otros síntomas, comezón, irritación, aumento de la sensibilidad en la zona afectada y dolor al deglutir alimentos, sean líquidos o sólidos.
Los especialistas del Instituto advirtieron que no deben reventarse las ampollas ni arrancarse las costras, porque la infección podría extenderse a zonas aledañas; además, el área afectada debe mantenerse limpia y seca.
Subrayaron, además, la importancia de no automedicarse y mucho menos recurrir a los remedios populares como colcarse hielo, bicarbonato o pasta dental,así como cataplasmas, pues podrían extender o complicar la lesión.
Su tratamiento en el Seguro Social es sintomático; es decir, se emplean analgésicos, antipiréticos y antiinflamatorios. En las primeras 48 horas de manifestación es posible recetar medicamentos antivirales para disminuir la intensidad de los síntomas.
El doctor Reyes Omaña indicó que los fuegos suelen brotar con mayor frecuencia durante las temporadas de calor, ya que una exposición intensa a los rayos solares es factor determinante para la aparición de estas lesiones.
En ocasiones se manifiestan después de un episodio de fiebre alta, estrés emocional o esfuerzo físico, todo lo cual está relacionado con una baja de defensas del sistema inmunológico; por esta causa, algunas mujeres los padecen durante los periodos menstruales y el embarazo. También se le ha relacionado con el consumo excesivo de alcohol.
Para su prevención, el médico familiar de la UMF No.21 recomendó no besar a la persona contagiada cuando esté activa la infección; no compartir objetos personales como pañuelos, toallas, vasos o cubiertos, ni usar cosméticos labiales viejos; evitar la exposición solar si no se cuenta con la protección adecuada y controlar el estrés.
El cuidado personal puede ayudar a defenderse del virus. Higiene, descanso, ejercicio y aumentar la ingesta de frutas frescas y vegetales contribuirán también a fortalecer el sistema inmunológico.