México ocupa el lugar 14 en emisiones de gas efecto invernadero a nivel mundial
El dato deriva del último inventario referente, en el que varias instituciones del país, entre ellas el CIEco, colaboran con el Instituto Nacional de Ecología, para conocer el estado actual en ese rubro.
El CIEco trabaja junto con los colegios de la Frontera Sur, y de Posgraduados, para condensar información de la actividad forestal y la quema de biomasa; con ello, se contará con mapas de las tasas de deforestación y los cambios de uso de suelo, y se podrán documentar alternativas para la utilización sustentable y conservación de los bosques, dijo.
En el rubro de inventarios de gases de efecto invernadero, México es uno de los líderes dentro de los países en desarrollo, pues ha realizado tres, mientras que la mayoría apenas van por el primero. Incluso, se ha dado capacitación a otros territorios de Latinoamérica, añadió.
Aunque la nación no está entre las que mayor cantidad de gases emanan, como China y Estados Unidos (quienes producen el 45 por ciento de las emisiones en el orbe, mientas que México aporta el 1.5%), su rol es fundamental para avanzar en acuerdos internacionales, que limiten las emisiones futuras, indicó.
El galardonado con Premio Nobel de la Paz, como integrante del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) de las Naciones Unidas, detalló que existe una discusión sobre qué tantas acciones debe realizar México para contrarrestar el cambio climático, no siendo de las potencias mundiales que más contribuyen.
Para resolver esta cuestión, añadió, es importante señalar que conviene reducir las emisiones por las propias prioridades de desarrollo sustentable. Así, al utilizar vehículos o industrias eficientes, o fuentes renovables de energía, se reduce la contaminación y, a la par, se contribuye a mitigar la modificación del ambiente.
Además, evitar la desforestación ayuda a conservar la biodiversidad de los bosques y selvas, y promover una agricultura ecológica evita la contaminación por pesticidas.
Asimismo, es necesario un cambio en la forma de desarrollo y, en particular, fomentar la transición energética, que consiste en dejar de lado los combustibles fósiles %u2013de los que el país depende, en un 94 por ciento, para satisfacer sus necesidades energéticas%u2013 y sustituirlos por fuentes renovables.
El CIEco elabora estrategias para caminar en esta dirección; para ello, se ha enfocado en el uso sustentable de biocombustibles, como etanol y biodiesel; de leña; de residuos agrícolas; de biogás, y de un conjunto de insumos para generar energía limpia, concluyó.