La falta de apego a los antibióticos aumenta la severidad de las infecciones y el riesgo de muerte
En México una persona sufre entre dos y seis episodios de infecciones respiratorias al año, de las cuales el 64 por ciento se presenta en la época invernal y son las infecciones respiratorias agudas no diagnosticadas ni tratadas oportunamente, las que representan entre 10 y el 30 por ciento de los decesos en menores de cinco años. Aunado a esto, es muy común que se lleve a cabo un uso inadecuado de antibióticos, lo que provoca periodos más largos de enfermedad y aumente el porcentaje de muertes por alguna infección mal tratada y diagnosticada.
Se estima que debido al uso inadecuado de los antibióticos, en la Ciudad de México el 37 por ciento de la población es resistente a alguno de ellos; casos similares en Guadalajara y Monterrey, en donde el 38 y el 28 por ciento de la población, respectivamente, ya no responde adecuadamente a ellos.
Por lo que, el Dr. José Donís, miembro del Capítulo México de la Alianza para el Uso Prudente de los Antibióticos, invitó a la población a modificar sus hábitos de apego al tratamiento, a través del cumplimiento de los periodos señalados por los médicos, pues de lo contrario se corre el riesgo de crear una resistencia a estas sustancias.
Para finalizar hizo un llamado a las madres de familia para que eviten prescribir antibióticos ante cualquier afección respiratoria, y que en su lugar acudan con un especialista pues %u201Ca veces se enfrentan a padecimientos virales en los que el antibiótico no tendrá ningún efecto, o bien al no conocer las dosis adecuadas, provocarán una resistencia al medicamento%u201D, indicó el Dr. Donís.
La resistencia a los antibióticos es provocada porque los pacientes hacen un uso inadecuado de éstos, por ejemplo uno de los medicamentos más fuertes, como la penicilina, han perdido su efectividad en muchos casos. Esto representa un problema de salud pública que se traduce en la poca efectividad de los antibióticos de primera línea, lo que afecta directamente la salud y la economía de los enfermos, además de representar un reto para los médicos y el personal de salud ante la dificultad de prevenir infecciones y tratarlas adecuadamente.
En México una persona sufre entre dos y seis episodios de infecciones respiratorias al año, de las cuales el 64 por ciento se presenta en la época invernal y son las infecciones respiratorias agudas no diagnosticadas ni tratadas oportunamente, las que representan entre 10 y el 30 por ciento de los decesos en menores de cinco años. Aunado a esto, es muy común que se lleve a cabo un uso inadecuado de antibióticos, lo que provoca periodos más largos de enfermedad y aumente el porcentaje de muertes por alguna infección mal tratada y diagnosticada.
Se estima que debido al uso inadecuado de los antibióticos, en la Ciudad de México el 37 por ciento de la población es resistente a alguno de ellos; casos similares en Guadalajara y Monterrey, en donde el 38 y el 28 por ciento de la población, respectivamente, ya no responde adecuadamente a ellos.
Por lo que, el Dr. José Donís, miembro del Capítulo México de la Alianza para el Uso Prudente de los Antibióticos, invitó a la población a modificar sus hábitos de apego al tratamiento, a través del cumplimiento de los periodos señalados por los médicos, pues de lo contrario se corre el riesgo de crear una resistencia a estas sustancias.
Para finalizar hizo un llamado a las madres de familia para que eviten prescribir antibióticos ante cualquier afección respiratoria, y que en su lugar acudan con un especialista pues %u201Ca veces se enfrentan a padecimientos virales en los que el antibiótico no tendrá ningún efecto, o bien al no conocer las dosis adecuadas, provocarán una resistencia al medicamento%u201D, indicó el Dr. Donís.
La resistencia a los antibióticos es provocada porque los pacientes hacen un uso inadecuado de éstos, por ejemplo uno de los medicamentos más fuertes, como la penicilina, han perdido su efectividad en muchos casos. Esto representa un problema de salud pública que se traduce en la poca efectividad de los antibióticos de primera línea, lo que afecta directamente la salud y la economía de los enfermos, además de representar un reto para los médicos y el personal de salud ante la dificultad de prevenir infecciones y tratarlas adecuadamente.
