La Secretaría de Salud tiene en operación la campaña de vacunación contra la rubéola y síndrome de rubéola congénita en todos los jóvenes de 19 a 29 años de edad, a fin de interrumpir la circulación de este virus en el país y con ello, a partir de 2010 declarar a México libre de esta enfermedad, aseguró el Secretario de Salud, José Ángel Córdova Villalobos, al encabezar el simposio “Renacimiento de las vacunas: biotecnología y salud pública”.
En la Academia Nacional de Medicina, el Secretario de Salud resaltó la importancia de eliminar la rubéola, sobre todo la de tipo congénito, ya que si la adquiere la mujer embarazada antes de los tres primeros meses de gestación, causa malformaciones del corazón, ceguera, sordera y retraso mental en el recién nacido.
Después de resumir los avances más importantes en la materia, subrayó que a partir de este año la vacuna contra neumococo es universal para todos los niños menores de un año, lo que implica una inversión de 66 millones de dólares, es decir, casi 700 millones de pesos anuales.
La vacuna protege a los niños contra infecciones causadas por el neumococo, principalmente sus complicaciones como la meningitis y neumonía. Además, es muy segura, puede aplicarse por separado o al mismo tiempo con otros biológicos y es eficaz en infantes desde los dos meses hasta los dos años de edad.
Esta vacuna contiene sólo siete de los 90 serotipos, de ahí su nombre de heptavalente, pero incluye los que más producen infecciones graves y la mayoría de los que son resistentes a los antibióticos, por lo que el pequeño está protegido hasta en 90% de las formas invasoras de la bacteria.
Córdova Villalobos señaló que la investigación y aplicación de vacunas como instrumento de salud pública es uno de los más costo-efectivos, en beneficio de la salud social e individual y la mejora de la calidad de vida de millones de personas en el mundo.
Por ello, añadió, es importante seguir impulsando el desarrollo de la biotecnología sobre la base del cumplimiento riguroso de los criterios de la metodología de la evaluación, de la tecnología médica y la evidencia científica, además de fortalecer la inversión en investigación y desarrollo.
En este marco, mencionó que se reabrió la Planta Productora de Vacuna Antipoliomielítica de BIRMEX, con lo cual a partir de 2008, se producirán 25 millones de dosis, cantidad suficiente para atender las necesidades del país.
Esta capacidad de producción se podrá aumentar hasta alcanzar 100 millones como máximo, lo que permitirá exportarla a otros países, ya que cumplen los estándares internacionales de Buenas Prácticas de Producción, contribuyendo así a la erradicación de esta enfermedad en el mundo.
Recordó que en 1991 se creó el Programa de Vacunación Universal (PVU), con acciones permanentes e intensivas, como las Semanas Nacionales de Salud, que ofrecen a la población un paquete de acciones de atención primaria.
En 1994 se presentaron los últimos casos de sarampión autóctonos. En 1997 se sustituyó la vacuna toxoide tetánico (TT) por la Toxoide tetánico-diftérica tipo adulto (Td). Pero el primer cambio sustantivo se dio en 1998, al incorporar la vacuna triple viral (SRP) contra sarampión, rubéola y parotiditis, en sustitución de la vacuna monovalente de antisarampión y se adicionó la de Td a los escolares de sexto grado.
En 1999 se incorporó la vacuna pentavalente (DPT%2BHB%2BHib) contra difteria, tos ferina, tétanos, hepatitis B e infecciones invasoras por Haemophilus influenzae b, en sustitución del esquema inicial de DPT y en 2000 inició la vacunación antisarampión-rubéola a la población adolescente y adulta. Esto incrementó la protección y México se colocó a la vanguardia con el esquema más amplio en América Latina.
Estas vacunas se registran en la Cartilla Nacional de Vacunación, documento oficial que garantiza su gratuidad. Además permite llevar un control de peso y talla de niños y adolescentes.
Toda esta historia sanitaria en materia de inmunizaciones y producción de vacunas ha permitido a México adelantarse a las metas de los organismos mundiales y regionales, ya que por ejemplo, en 1951 se logró la erradicación de la viruela y en 1990 se presentó el último caso de poliomielitis y se acreditó su erradicación, adelantándose con ello 10 años al compromiso mundial de erradicación, previsto para el 2000.
