México D. F.- Una investigación realizada por personal del departamento de Neurociencia Básica de la Universidad de Ginebra, en Suiza, ha dado un importante paso para conocer el cómo funcionan las drogas en el cuerpo humano (pues los efectos son bien conocidos).
El trabajo se dio a la tarea de investigar los cambios celulares generados por el consumo de cocaína, específicamente, en los receptores denominados AMPA, que son de los más comunes en el sistema nervioso y se encuentran en muchas zonas cerebrales clave para la comunicación neuronal (proceso conocido como sinapsis).
De acuerdo con el profesor Rafael Luján, del departamento de Ciencias Médicas de la Universidad de Castilla y que participó en el estudio, %u201Ctodas las neuronas tienen algún receptor de glutamato (entre los que se encuentran las proteínas que forman los AMPA). Muchas patologías del sistema nervioso, como el Parkinson o la epilepsia, están relacionadas con una alteración en estos receptores, así que también cabría esperar que los procesos de adicción estuviesen relacionados con ellos%u201D.
El equipo de investigación inyectó cocaína en los cerebros de ratas, la droga se administró en la región relacionada con las adicciones; al hacerlo, los científicos hallaron que una de las proteínas que forma el receptor AMPA (la GluR2) se redistribuyó hacia compartimentos intracelulares. Entonces, “las características funcionales del receptor cambian totalmente”, resume Luján, y el canal deficiente deja pasar más calcio.
Los receptores AMPA están formados por cuatro proteínas, las cuales se agrupan en la superficie de las neuronas formando un poro que regula el paso de diferentes sustancias, iones de calcio entre ellas. Sin embargo, la aplicación de la droga cambió totalmente sus características, dejando pasar más calcio, explicó el profesor Luján.
El incremento en los niveles de calcio %u201Cproduce una serie de cambios celulares que son los que, posiblemente, intervengan en el proceso de adicción%u201D, agregó el investigador. %u201CEsta es una de las primeras evidencias de que los receptores del glutamato intervienen en los efectos de la cocaína y que, además, los cambios en este receptor se revierten y, por tanto, pueden revertir la acción de la cocaína a nivel celular%u201D, detalló.
Un segundo experimento inyectó a los roedores una sustancia que estimulaba ciertos receptores de glutamato (un agonista de unos receptores metabotrópicos llamados mGluR1). Los investigadores comprobaron que esto causó una recuperación de los AMPA.