Eutanasia, entender la vida como un derecho, no como una obligación
México D. F.- Como parte de las actividades del Primer Congreso Nacional de Médicos Mexicanos %u201CDoctor Hugo Aréchiga Urtuzuástegui%u201D, la doctora Asunción Álvarez del Río, secretaria general y académica del Colegio de Bioética, dictó la conferencia Eutanasia: Elementos para un debate bioético.
La presentación de la doctora Álvarez del Río brindó valiosos elementos para la discusión de un tema delicado y polémico. La especialista destacó el hecho de que quienes no están de acuerdo con la eutanasia deben aceptar que otros sí lo están y que lo importante es garantizar el respeto a la decisión de las personas sobre el final de sus vidas.
%u201CEn una sociedad democrática nadie debe sentirse con la autoridad de imponer a otros sus propias creencias ni de impedir a las personas que actúen de acuerdo con sus principios y opiniones%u201D, afirmó la doctora.
La eutanasia, definida como el procedimiento aplicado por el médico para producir la muerte de un paciente sin dolor, a petición de éste para terminar con su sufrimiento, sólo permitida en los Países bajos y en Oregon, Estados Unidos.
Álvarez del Río explicó que además de la eutanasia existe otra forma de muerte asistida por un médico, mediante la cual se pone fin a la vida de un paciente cuando se considera que la muerte es la mejor opción para resolver su situación, aunque el paciente no pueda expresar su voluntad.
En los Países Bajos este procedimiento es conocido como Life Ending Acts Without Explicit Request (LEAWER), o Acción de Terminación de
La especialista en bioética recordó que la iniciativa discutida actualmente en el Senado de
A decir de Álvarez del Río, esta variante goza de mayor aprobación social y religiosa, sin embargo, todavía causa problemas de conciencia en algunas personas que consideran que la muerte debe llegar de una manera natural, sin intervención médica directa.
La decisión no es fácil y las preguntas surgen de manera inmediata. ¿Debe permitirse sólo una forma de eutanasia?, ¿o sólo el suicidio médicamente asistido como hace Oregon, donde se considera fundamental que la última opción causante de la muerte sea producida por la misma persona que muere?, ¿nos inclinaríamos a pensar que una vez que el médico está dispuesto a brindar su ayuda es mejor que esté presente hasta el final como lo piensan en los Países Bajos?
Como integrante del Colegio de Bioética, Álvarez del Río informó sobre la propuesta de dicho organismo, que se inclina por el uso del Documento de Voluntades Anticipadas como una forma de resolver situaciones en las que el paciente se encuentre incapacitado para expresar su voluntad. Esta instancia permite que, en pleno uso de sus facultades, el individuo exprese su deseo de continuar o no con su vida si se presenta una situación como el estado vegetativo persistente, por ejemplo.
La también investigadora de
%u201CHay quienes opinan que la decisión de poner fin a la vida es la última expresión de libertad del individuo, y que la vida es un derecho pero no una obligación. Se requiere de libertad para decidir como morir y sobre todo para decidir como no vivir%u201D, finalizó. (NotieSe)