Procedimiento quirúrgico mejora los síntomas de la incontinencia en mujeres
México D. F., 22 de mayo.- Un equipo de investigadores de la Universidad de California en San Diego, encabezado por el doctor Michael Albo, realizó un estudio comparativo sobre los tipos de cirugía a que se someten las mujeres que sufren de algún tipo de incontinencia urinaria.
Luego de un seguimiento de dos años, los expertos hallaron que las mujeres estaban más conformes con un procedimiento que emplea un cabestrillo o eslinga creada con tendón, músculo u otro material para sostener el tubo urinario, que con otras técnicas usadas para sujetar el conducto al ligamento y así evitar la fuga de orina.
La técnica que emplea el músculo y el tendón para crear un sostén para la uretra funcionó en el 66 por ciento de 326 mujeres, según los resultados del estudio. Los datos fueron comparados con el 49 por ciento de éxito registrado en las 329 pacientes tratadas con otra técnica: la de ganchos de sujeción, conocida como colposuspensión.
Ambas técnicas están diseñadas para reducir la incontinencia urinaria por estrés, colocando la uretra en la posición normal (la cual puede %u201Ccaerse%u201D como consecuencia de la edad).
Sin embargo, el método del cabestrillo interno muestra una tendencia a producir más efectos secundarios a largo plazo, como infecciones del tracto urinario y dificultad para orinar. Las pacientes tratadas con este sistema también fueron más propensas a sufrir de incontinencia imperiosa (necesidad repentina y urgente de orinar).
En opinión del doctor Leroy Nyberg, director de investigación en urología del Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y Renales (organismo que financió el estudio), por primera vez se tiene %u201Cuna comparación meticulosa y relativamente a largo plazo sobre estas cirugías femeninas comunes%u201D.
%u201CLos médicos deberían discutir sobre las ventajas y desventajas con sus pacientes y enfatizar que la solución completa de los síntomas de la incontinencia es poco probable%u201D, indicaron los investigadores.
El informe será publicado en la edición del jueves del New England Journal of Medicine.
