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Los mitos de la vacuna contra la influenza

LaSalud.mx.- Existen algunos mitos sobre la vacuna de la influenza y sus síntomas, que suelen ser pasajeros, como el caso de la elevación de la temperatura, malestares generales o dolor en la parte que se aplicó, la vacuna contra la influenza esta inactivada, por lo que solo se usan fragmentos del virus de influenza que no son capaces de generar la enfermedad.

Las vacunas ayudan a que el organismo desarrolle inmunidad al emular una infección que no provoca enfermedad y genera que el sistema inmunitario produzca anticuerpos (células de defensa). La vacunación se recomienda a personas sanas que puedan diseminar el virus, por este motivo los trabajadores de salud o las cuidadoras y maestras deberían recibir la vacuna todos los años. Además, se estima que entre 20 y 30% de las personas pueden estar infectadas con el virus de influenza y diseminarlo, aunque no tengan síntomas.

La vacunación es capaz de generar anticuerpos “células de memoria” que recuerdan cómo enfrentar la enfermedad si se vuelve a topar con ella. Este proceso se realiza en unas dos semanas, pero es hasta un mes después que se considerar que la persona está protegida. 

Por lo tanto, es posible contraer influenza si se expone al virus justo antes o justo después de vacunarse pero no a causa de la vacunación. Además, muchos otros agentes infecciosos que circulan en la misma época que los virus de influenza causan síntomas similares y las personas los llaman a todos “influenza”. Estos otros agentes no son prevenibles por la vacuna contra influenza.

Influenza puede ser una enfermedad grave, especialmente entre embarazadas, niños, adultos mayores y personas que padecen afecciones crónicas como asma, enfermedades cardíacas o diabetes. 

Cualquier tipo de infección por influenza puede implicar el riesgo de sufrir complicaciones graves, como la hospitalización o la muerte, incluso en niños y adultos sanos. Para obtener protección inmunológica, vacunarse es una opción más segura que correr el riesgo de enfermarse. Y es una conducta que debe repetirse todos los años, porque los virus cambian. 

Estudios recientes indican que la vacunación contra influenza no sólo beneficia la salud individual, sino también la salud pública.

La efectividad de la vacuna varía, y esto ocurre al menos por dos factores: primero, las características de la persona a la que se le administrará la vacuna (su edad, su estado de salud); segundo: la similitud entre los virus incluidos en la vacuna y los que se efectivamente circulan en la comunidad cada temporada. 

La vacuna puede reducir el riesgo de padecer la enfermedad en un promedio de aproximadamente un 60% en la población en general durante las temporadas en que la mayoría de los virus en circulación son similares a los virus incluidos en la vacuna.

Hay tratamiento específico con antivirales, pero esto es reservado para casos graves o personas con alto riesgo para complicaciones. La mayoría de las personas sanas que contraen influenza no necesitan ser tratadas con antivirales. En cambio, en aquellos que ya tienen una enfermedad previa de alto riesgo el tratamiento antiviral puede marcar la diferencia entre una enfermedad más leve o un cuadro más grave que podría demandar hospitalización, como por ejemplo neumonía. 

La mayoría de las personas previamente sanas cuando contraen influenza deben guardar reposo, controlar la fiebre y los dolores con medicamentos de venta libre y tomar mucho líquido. Los antivirales no son de venta libre; debe indicarlos el médico. Para ser efectivos, los antivirales deben indicarse en la etapa más temprana de influenza, especialmente entre quienes por su edad o problemas previos de salud estén en mayor riesgo de desarrollar complicaciones por influenza.

Los antibióticos se prescriben para combatir las infecciones bacterianas. Tanto influenza, como el resfrío, la mayoría de los dolores de garganta, la bronquitis aguda y muchos tipos de sinusitis e infecciones de oído son producidos por virus. Con antibióticos no se curará la infección producida por virus, ni se evita el contagio a otras personas. 

 

Redacción

Equipo de redacción de la red de Mundodehoy.com, LaSalud.mx y Oncologia.mx

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