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La música como remedio a muchos males

Por Ady Corona

Escuchar piezas instrumentales puede ser una de las alternativas para brindarle a nuestro cuerpo un momento de tranquilidad, luego de un largo periodo de estrés y de gran actividad laboral.

Está comprobado científicamente que las ondas que transmite la música a nuestro cerebro permiten mandar el mensaje al sistema nervioso de que es momento de relajarse, a la par de que los latidos y la respiración bajan de velocidad.

En este proceso, las endorfinas, que son los sedantes naturales de nuestro cerebro, perciben la velocidad de la melodía, lo cual brinda una sensación de bienestar y descanso al hacer que nuestro corazón disminuya la agitación hasta el momento tenida.

Todo está en que se proponga, por unos minutos, liberarse de toda ocupación a través de la música. Así como buscamos desestresar nuestro cuerpo con el baile, también un momento de reposo físico y cerebral nos puede curar hasta de padecimientos como estrés, nerviosismo, insomnio y en casos más severos, depresión, entre otros desajustes.

Por ello, no en balde grandes genios  de la música instrumental lograron llegar a la cumbre del éxito por sus composiciones. ¿No se han cuestionado por qué en un momento dado de baja actividad, al escuchar piezas como "Las cuatro estaciones" de Vivaldi le imprimen una sensación de bienestar?

Sucede que determinadas piezas musicales sirven, de acuerdo con los expertos en musicoterapia, para diversos padecimientos. Por ejemplo, si se padece de un dolor de cabeza, pruebe con "Sueño de Amor", de Listz, o la "Serenata" de Schubert.

Pero ante un terrible malestar de estómago, puede hacerse acompañar de Haendel y su "Concierto de Harpa" o el "Concierto de Oboe", de Vivaldi.

Mas para padecimientos de otra naturaleza como insomnio, hipertensión, depresión, puede intentar concentrarse con "Nocturnos de Chopin" (op.9, no.3), el "Canon en Re" de Pachelber; "Las Cuatro Estaciones" de Vivaldi o la "Serenata no.13 en sol mayor" de Mozart; inclusive "Música Acuática" de Haendel o "Concierto para Violín" de Beethoven, respectivamente.

Así como estos ejemplos hay más que pueden ayudarle no sólo para acompañar una rica cena, sino también esos momentos de malestar. Por lo tanto, ahora sí me atrevo a decir que aquí vale automedicarse.

Redacción

Equipo de redacción de la red de Mundodehoy.com, LaSalud.mx y Oncologia.mx

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