De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), se considera que un bebé es prematuro cuando nace antes de completar las 37 semanas de gestación. Esta situación es el principal reto pediátrico a nivel mundial, la principal causa de muerte neonatal y la principal causante de discapacidades para el bebé a largo plazo.
Los niños prematuros se dividen en subcategorías, dependiendo de la edad gestacional, éstas son: prematuros extremos (quienes nacen con menos de 28 semanas); muy prematuros (de 28 a 32 semanas); y prematuros moderados a tardíos (32 a 37 semanas).
Se estima que, cada año nacen unos 15 millones de bebés prematuros en el mundo. Debido a sus complicaciones, en 2015, se registraron aproximadamente un millón de muertes. En los 184 países estudiados por la OMS, la tasa de nacimientos prematuros oscila entre el 5% y el 18% de los recién nacidos. La falta de cuidados médicos especializados hace que más de 4 millones de bebés pretérmino mueran antes de cumplir los 5 años.
Entre los factores de riesgo para un parto prematuro, se encuentran: haber tenido anteriormente un parto de este tipo (la probabilidad de repetición es de 30%); después de un primer parto prematuro, tener un segundo embarazo gemelar; haber cursado con un aborto espontáneo en los primeros 6 meses del embarazo o amenaza de aborto en el primer trimestre.
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También se incluyen la estimulación del ovario para que produzca más óvulos, ya que también se incrementa una sustancia llamada relaxina, la cual interviene en el inicio del trabajo de parto. Además de las infecciones urinarias o vaginales, una enfermedad periodontal o infección bucal con presencia de microorganismos —como bacteroides forsythus, porphyromonas gingivalis o treponema denticola— representa un riesgo para parto pretérmino, preeclampsia, restricción del crecimiento de nuestro bebé en el útero y peso bajo al nacimiento.
Para prevenir el nacimiento prematuro, resulta fundamental incorporar estrategias de planificación familiar que incluyan periodos adecuados entre un nacimiento y otro; prevención, detección y tratamiento de infecciones de transmisión sexual (ITS); promover la educación y la salud de niñas y mujeres; reducir el número de nacimientos inducidos y cesáreas no indicados, especialmente antes de las 38 semanas completas de gestación; y promover una nutrición saludable que incluya la fortificación de micronutrientes, y encarar los riesgos de estilos de vida nocivos.
El 17 de noviembre se conmemora el Día Mundial del Niño Prematuro. Esta fecha fue impulsada por la Fundación Europea para el Cuidado de Prematuros (EFCNI) y organizaciones europeas asociadas, con la finalidad de crear conciencia sobre esta situación, así como para difundir los cuidados y recomendaciones que puedan ayudar a prevenirla o aminorar sus efectos en el bebé.
RGP
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