Ayuda contra la obesidad alimentar a bebés con seno materno.
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La leche materna fortalece el sistema inmunológico.
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Los bebés son menos propensos a las infecciones
gastrointestinales.
El
97 por ciento de los bebés amamantados durante sus primeros cuatro a seis meses
de vida no serán obesos durante su niñez ni en la adolescencia, de acuerdo a
varios estudios que han demostrado que la leptina (proteína que contiene la
leche materna) al producir la sensación de saciedad hace que sólo se consuma la
necesaria, lo cual no sucede con las leches de fórmula u otro tipo de
alimentación.
Pediatras
adscritos a la Delegación Regional Estado de México Oriente del IMSS, señalaron
que además la leche materna fortalece el sistema inmunológico, por lo que los
bebés así alimentados son menos propensos a las infecciones gastrointestinales
y de vías respiratorias, a lo que debe sumarse el hecho de que el contacto
%u201Cpiel a piel%u201D con la madre influirá sicológicamente y los hará sentirse más
protegidos, seguros y confiados.
Señalaron
que los ácidos grasos de la leche materna ayudan a un mejor funcionamiento del
sistema nervioso central, al facilitarse la mejor transmisión de los impulsos
nerviosos, lo cual favorece una mayor y mejor capacidad cognitiva, o sea que
son niños más listos, más vivos, más despiertos, en su desarrollo intelectual,
en su capacidad de aprendizaje.
Los
menores que reciben este tipo de alimentación, tienen una mejor evolución
psicomotora, pues rápidamente son más diestros, %u201Cles cuesta menos trabajo
aprender a escribir pues tienen un mayor control de sus movimientos debido a
que tienen una mejor conexión neuronal%u201D, dijeron los especialistas.
Mientras
que el lactante alimentado con leche artificial recibe mayor cantidad de
calorías de las que necesita su organismo, se sobrealimenta, lo cual aumenta el
número de células grasas, con las cuales va a seguir creciendo, y por lo tanto
aumenta la probabilidad de que sea obeso.
Explicaron
los pediatras que la composición de la leche materna varía durante el día y
depende en gran parte de la cantidad de calorías, proteínas y vitaminas que
ingiera la madre, por lo que para sea de óptima calidad su alimentación es
fundamental, lo anterior porque siempre es recomendado que tomen mucha agua, de
dos a tres litros al día, que coman fruta, verduras y que lo balanceen con el
consumo de carnes de pescado y pollo, básicamente, así como leche.
Los
especialistas recomendaron iniciar la incorporación progresiva de alimentos a
la dieta del bebe (ablactación), con %u201Cprobaditas%u201D entre el cuarto y sexto mes
de vida, sin abandonar la leche materna; empezando con jugos de frutas, pues
debido a que su mecanismo de deglución aún no es la adecuada, será hasta los
seis meses de edad que se incluyen los sólidos conocidos, como papillas. Lo
ideal es continuar con la lactancia hasta el año de edad.
Añadieron
que en los consultorios PREVENIMSS de las Unidades de Medicina Familiar de la Delegación Estado de México Oriente del
IMSS brinda orientación y adiestramiento a las mamás sobre la lactancia
materna. Además de explicarles los beneficios que acarrea esta forma de alimentación
se les orienta sobre prácticas de higiene y la forma adecuada de colocar al
pequeño para un mejor aprovechamiento de la leche.