Cambio de recetas médicas pone en riesgo la salud
Acudir al médico, además de ser una buena práctica en beneficio del cuidado de la salud, en ocasiones implica la prescripción de un tratamiento, el cual está basado en las características exclusivas del paciente y la experiencia del medicamento. Es decir, el tratamiento es individualizado. Son los médicos quienes conocen, a través de su experiencia y los estudios científicos, cuáles son los beneficios y los riesgos de un medicamento.
Cuando un paciente toma la decisión de cambiar lo que le fue prescrito pone en riesgo su salud al creer que el medicamento elegido sea lo mismo y al no obtener los resultados que el medicamento originalmente recetado hubiera causado.
Al respecto la Dra. Alexandra Haddad, médico internista y Gerente Médico de Pfizer indica, %u201Clos medicamentos que recetamos, están sustentados en la experiencia derivada de estudios clínicos en pacientes reales, esto es medicina basada en evidencia. Lo que acompañado de la experiencia médica, le brindan buenos resultados al paciente, así es como los medicamentos innovadores han ganado nuestra confianza, el cambio de recetas médicas no es adecuado, hacerlo implica un alto riesgo para el paciente%u201D.
En México, la oferta de medicamentos es variada, hay medicamentos que indican ser lo mismo y cuyo precio es menor, aunque no hayan demostrado la misma calidad y por ende el beneficio terapéutico no es el esperado.
El paciente debe preguntar al médico si puede cambiar o no su receta. Ésta es una decisión que no depende del paciente, al igual que las dosis y tiempo del tratamiento.
Sustituir un medicamento por otro, puede tener beneficios inmediatos, el principal, el ahorro económico, pero al tener una diferencia de precios no necesariamente se asegura que contiene los mismo ingredientes que los originales y los procesos de manufactura son diferentes, por lo que el resultado puede ser diferente o no esperado.
Un medicamento original o innovador, de alta calidad, elaborado por laboratorios de investigación, se somete a rigurosas pruebas clínicas para demostrar seguridad y eficacia. Su resultado se deriva de un promedio de 10 años de investigación financiada por los mismos laboratorios, con permiso previo de autoridad sanitaria para estudiar el medicamento en miles de personas y el cual es revisado no sólo por el laboratorio, sino por otras autoridades que confirman dicha seguridad.
Pfizer, para desarrollar cada medicamento, invierte en promedio 12 años y realiza una inversión de más de 800 millones de dólares, involucrando a aproximadamente 8 mil pacientes en pruebas clínicas. Ejemplo de ello es Lipitor® (atorvastatina), un medicamento del grupo de las estatinas que ha demostrado en múltiples estudios clínicos reducir significativamente el colesterol LDL y de manera importante disminuir el riesgo de eventos cardiovasculares. Cuenta con más de 400 estudios que lo avalan, mismos que han incluido alrededor de 80,000 pacientes. Es respaldado por más de 17 años de experiencia clínica y más de 170 millones de pacientes-años de experiencia.
El apego al tratamiento prescrito por el médico es vital para conservar la salud. Existen programas de apoyo que tienen como objetivo facilitar el acceso de medicamos a los pacientes para lograr que sigan con su tratamiento, como el programa de valor agregado, Pfizer Conmigo, que pone al alcance medicamentos innovadores y de alta calidad, brindando además seguimiento personalizado.