Vigorexia, camino a la debilidad extrema
Lucir grandes y marcados músculos, con la posibilidad de resaltar cada tendón y vena, se ha convertido en una de las aspiraciones de muchos hombres jóvenes, en especial adolescentes; sin embargo, el incurrir en excesos como hacer hasta más de tres horas de ejercicio y basar su alimentación en suplementos puede llevarlos a una gran debilidad que los imposibilite a moverse, agregándose daños a los riñones, hígados y al corazón; además hay pérdida de apetito sexual y pueden a llegar a quedar estériles.
Estos son algunos de los riesgos al padecer vigorexia, la cual se relacionen a otros trastornos mentales, como una errónea percepción de su cuerpo, ansiedad, depresión, agresividad y tendencias suicidas.
Vigorexia, es hacer ejercicio de manera obsesiva compulsiva y está relacionada con la forma de comer, pues las personas con este trastorno restringen su alimentación al eliminar las grasas primordialmente.
Es hacer ejercicio obsesivo compulsivo, relacionado con la forma de comer porque restringen la alimentación, generalmente eliminan las grasas, disminuyen el consumo de harinas, fibras, etcétera, y elevan la ingesta de carnes y semillas, además de que ingieren en exceso suplementos alimenticios, muchos de ellos anabólicos.
El corazón se ve también dañado y puede llegar a no dar respuesta para cumplir con las funciones que tiene para todo el organismo.
El aparato sexual se ve también afectado, pues los testículos disminuyen de tamaño, se genera esperma en menor cantidad y pueden llegar a ser estériles.
Y también, hay un daño al cerebro, pues la falta de grasas a fin de cuentas deriva en que se pierda energía y esto afecta la función cerebral, %u201Clos neurotransmisores de la serotonina dejan de funcionar y esto puede derivar en depresión y trastornos mentales aun mayores en los pacientes%u201D.
Algunos de los síntomas de la vigorexia:
Preocupación por ser débil o poco musculoso.
Distorsión al observar su cuerpo, aun teniendo un cuerpo grande y musculado, frente al espejo el paciente se ve delgado.
Pensamientos obsesivos sobre no ser suficientemente grande, ser demasiado pequeño o cómo mejorar de aspecto.
Ansiedad, depresión o baja autoestima por sus sentimientos negativos hacia su cuerpo.
Necesidad compulsiva de realizar ejercicio con pesas para incrementar el tamaño corporal.
Afectación de la vida social, familiar y sentimental por el cuidado del cuerpo, el entrenamiento y/o la dieta.
Alto consumo de suplementos, esteroides, anabólicos y hormonas
Entre las consecuencias evidentes, están:
Ginecomastia: desarrollo de las mamas
Infertilidad
Atrofia testicular: reducción del tamaño de los testículos
Calvicie
Si bien la vigorexia se presenta más en los hombres, también llegan a registrarse algunos casos en mujeres, con las siguientes consecuencias:
Crecimiento del vello facial
Crecimiento del clítoris
Redistribución de la grasa corporal hacia formas más masculinas
Reducción del tamaño de las mamas
Pérdida del cabello
Cambios en la voz