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Los hombres que viven obsesionados por tener una figura escultural

  • Se le denomina vigorexia y la padecen principalmente hombres de 14 a 30 años de edad.

  • El trastorno tiende a incrementarse debido a la proliferación de los estereotipos sociales de hombres con cuerpos perfectos.

  • Pasan más de cuatro horas diarias ejercitando su cuerpo, viven obsesionados por las dietas e ingieren en casos más extremos, anabólicos y esteroides.

El mexicano promedio no se caracteriza por estar obsesionado por la estética de su cuerpo, no por algo el país guarda el nada honroso primer lugar en obesidad infantil a nivel mundial y está en la vía de ser el primero en adultos. No obstante, existe un segmento poblacional donde se está presentando el trastorno de la vigorexia o la obsesión por tener un cuerpo musculoso. Se trata de un fenómeno que se presente principalmente en jóvenes adolescentes del sexo masculino y aunque no existe una regla social, se presenta con mayor frecuencia entre la juventud de las clases medias y adineradas, aunque el efecto comienza a trastocar a los otros segmentos. 

“Son adolescentes que dedican más de cuatro horas diarias al ejercisio físico. Consumen constantemente alimentos hiperproteícos y tienen una especial afinidad por el espejo donde ven su imagen de forma compulsiva . De hecho se vuelven sus esclavos”, explicó el Doctor José de Jesús González Núñez, presidente del Instituto de Investigación en Psicología Clínica y Social (IIPCS).

Este tipo de jóvenes, agregó el especialista, buscan a toda costa ganar seguridad mediante un cuerpo atlético. “Invierten largas horas en el gimnasio y hacen dietas rigurosas. El segundo paso implica posteriormente consumir anabólicos y esteroides con los consabidos efectos cardiovasculares que producen. Aquí llegamos a la vigorexia al extremo que traspasa los límites de la adolescencia y continua hasta llegar incluso a las 35 años de edad”.

A decir de la Dra. Jael Alatriste García, miembro de Consejo Académico del IIPCS, el núcleo de este trastorno emocional es una paradoja porque si bien es cierto que el vigoréxico antepone el cuerpo como carta de aceptación hacia los otros, esto siempre equivale a tener una baja autoestima. También psicológicamente pueden catalogarse como personas con alto grado de narcisismo (excesivo amor a uno mismo). “De cualquier forma para el vigoréxico lo único que existe es su cuerpo, porque su autoestima se basa en función a ello. Se trata de personas que probablemente en su niñez fueron obesas o sumamente delgadas y al tener poca seguridad en sus capacidades ven en el desarrollo de su cuerpo a un arma que producirá aceptación en su círculo social.”

Por esta razón el vigoréxico vive de las adulaciones y de las miradas de aprobación de los otros. “La obsesión está en marcha porque ahora no puede concebirse así mismo con un cuerpo que no sea escultural y de ahí se desprende la compulsión por acudir a gimnasio y por las dietas, además de que comienza a ingerir las substancias relacionadas”, explicó Alatriste. 

A decir de los especialistas del IIPCS, la vigorexia no es fácil detectar porque se presenta en personas con una apariencia física saludable, no obstante el vigoréxico muestra evidencias sutiles que denotan el problema. Como constantemente estar ingiriendo barras fortificadas, huevo crudo, batidos y en casos más avanzados cocteles fortificantes incluso a altas horas de la madrugada.

“El también tipificado como ‘Complejo de Adonis’ ataca también a las mujeres porque comparte ciertas características que la bulimia y la anorexia: como dismorfia corporal y otros trastornos de alimentación, aunque el vigoréxico de no deja de alimentarse y por regla general no es bulímico. Este fenómeno tiende a incrementarse por los estereotipos que constantemente son difundidos por los medios de comunicación y por la proliferación de gimnasios de alto nivel. Aquí abundan estas personas porque es un ambiente que fomenta la vigorexia”, dijo González Núñez.

Los especialistas comentaron que cuando el problema se agudiza lo conveniente es asistir algún tipo de terapia psicológica: “Nosotros invitamos a las personas que estén padeciendo de vigorexia a nuestra clínica de servicios psicológicos de bajo costo, con el fin de que puedan analizar su trastorno y por ende, ponerle fin”, concluyó la Dra. Jael Alatriste.

Algunos puntos de detección 

  • Preocupación por la figura.
  • La báscula se vuelve tiranía.
  • Baja autoestima.
  • Son introvertidos.
  • Tiene tendencia a la automedicación.
  • Ejercen una dieta rigurosa.
  • Son muy susceptibles a los paradigmas estéticos.

Redacción

Equipo de redacción de la red de Mundodehoy.com, LaSalud.mx y Oncologia.mx

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