La atención a los adultos mayores de nuestro país debe ser prioridad dentro de las políticas públicas, debido a que es un sector de nuestra población que va en aumento, así lo expresó Blanca Pelcastre, investigadora en Ciencias Médicas del Instituto Nacional de Salud Pública.
Comentó que 10% de nuestra población pertenece a este sector y que en los países industrializados se considera adulto mayor a partir de los 60 años y en los no industrializados después de los 65.
Durante el seminario, %u201CEnvejecimiento y Protección Social%u201D, dijo que las necesidades de salud y sociales que este crecimiento poblacional significa se deben enfrentar de manera intersectorial con protección social, pensiones y aseguramiento de buena calidad de vida, además de atender los problemas de discapacidad, aislamiento, abandono y maltrato.
Para lo anterior, es necesario identificar la condición socioeconómica de los adultos mayores, es decir, si viven en la ciudad, en zonas rurales o en pobreza.
El envejecimiento es el resultado de una serie de interacciones entre las condiciones de vida que se incluyen en la étnica, el género, las redes sociales, la familia, los ingresos y otros factores.
En su intervención, Rebeca Wong, profesora de la University of Texas medical Branch, informó que durante el proceso de envejecimiento se va acelerando el deterioro físico de la capacidad humana, envejece el grupo así como la economía y los recursos humanos que alimentan a la economía y sociedad.
Añadió que la región latinoamericana está envejeciendo más rápido, debido a que los adultos mayores son sobrevivientes de un régimen epidemiológico de la niñez, además se ha aumentado la esperanza de vida pero no la calidad, ya que este sector se enfrenta a enfermedades crónicas.
En ese sentido, la OMS/OPS en su Plan de Acción 2009, trabaja con cuatro áreas estratégicas que son: incorporar la salud del adulto mayor en políticas públicas, adecuación de los sistemas a los retos del envejecimiento, formación de recursos humanos y fomentar redes para fortalecer los programas de capacitación de adultos mayores, así como a cuidadores y finalmente el desarrollo de capacidad para generar conocimiento y así diseñar y evaluar acciones de respuesta.
Además, dijo que ningún país puede atender de manera aislada el reto del envejecimiento y salud, por ello se busca reforzar la cooperación multipaís y multisector, es decir, trabajar en conjunto sectores público, privado, no gubernamental y religioso.
Por su parte, María Esther Lozano, Subdirectora del Programa de Atención al Envejecimiento, del Centro Nacional de Programas Preventivos y Control de Enfermedades, dijo que la vejez tiene que ver con la edad fisiológica en la cual hay pérdida de autonomía e independencia, razón por la cual es importante trabajar en las pensiones y modo de vida de los adultos mayores, así como en los seguros de vejez y discapacidad.
Además, México es uno de los países que tiene un envejecimiento rápido debido a los padecimientos frecuentes y la baja calidad de vida, lo cual provoca que el presupuesto en salud no sea suficiente.
Por ello, señaló que el primer nivel de atención tiene que trabajar arduamente para que el envejecimiento en nuestro país sea con calidad de vida, se debe insistir en la prevención de las enfermedades crónico degenerativas, que en los últimos años han aquejado a la población mexicana.
