Casi 6 por ciento de la población mexicana padece algún tipo de fobia
Las fobias más frecuentes se relacionan con insectos, reptiles, roedores y a situaciones ligadas con el encierro y la altura.
Hay tantas fobias como seres humanos, sin embargo, en México se eleva la el terror a la inseguridad pública y a las enfermedades.
El IIPCS da a conocer los tipos de tratamientos al respecto, y quiénes son susceptibles a padecerlas.
“Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en México, 4% de la población de varones padece alguna fobia, mientras que en las mujeres esta cifra alcanza a 6%. Asimismo, las fobias más comunes tienen relación a reptiles, insectos y roedores, así como a situaciones asociadas con la altura, la muerte y a lugares encerrados; sin embargo, en México se han elevado los índices de personas que les aterra todo lo que tenga que ver con la inseguridad pública y enfermedades, esto asociado a la tanatofobia o fobia a la muerte”, explica la Doctora Adriana González Padilla, psicoterapeuta y directora de la Licenciatura en Psicología del Instituto de Investigación en Psicología Clínica y Social (IIPCS).
La especialista comentó que las fobias, casi por regla general, se originan en la infancia: “El tener un miedo irracional a algo, siempre está relacionado por algún acontecimiento traumático que tuvo lugar en la infancia. De esa manera cuando se experimenta por primera vez este temor, desencadenado por un hecho en particular, el inconciente lo desplazará a algún objeto, animal, o situación que simbolizará el miedo encapsulado a tal acontecimiento traumático”.
En este sentido, la maestra Claudia Sotelo Arias, psicoterapeuta y directora de la Comisión de Acervo Bibliográfico del organismo, explicó que el origen de las fobias pueden tener el mismo núcleo: el periodo edípico, es decir, de los tres a los cinco años de edad. “Cada mente asimila la realidad de distinta manera; así por ejemplo, si un niño vio a su padre golpeando a su madre, lo más probable es que en lugar de odiar o temer a su padre, él desplazará estos sentimientos a un objeto en particular, lo cual resultará en una fobia.”
“En este sentido, las mujeres son más susceptibles a padecer más fobias que los hombres: la razón, porque todavía vivimos en una sociedad donde a la mujer, desde niñas, se les infunde mayores temores y son sujetas a mayores agresiones en el ceno familiar”, explicó.
De ese modo, ambas especialistas comentaron que aunque las fobias más frecuentes son las relacionadas a los insectos, los reptiles, o situaciones como el encierro o las alturas, puede haber miedos irracionales a prácticamente cualquier objeto, ya que dependerá del desplazamiento que haga la persona que padece la fobia.
Cabe señalar que una fobia se define como el miedo irracional a un objeto, animal, situación o incluso persona, que paraliza a la persona que la aqueja: “Una cosa es tener un temor racional a algo, como por ejemplo a la muerte, a la inseguridad pública, lo cual es completamente normal, a alguien que experimentar terror, donde el uso del sentido común no se aplica, porque este miedo es completamente ingobernable. No obstante, hemos notado que muchas personas han comenzado a desarrollar fobias a la delincuencia o las enfermedades, debido a que desde la infancia se les inculca este temor o bien fueron víctimas de agresiones”, sostuvo González Padilla.
Finalmente, Sotelo Arias subrayó que el tratamiento de una fobia se puede llevar a cabo mediante dos técnicas psicológicas, dependiendo cada una del historial clínico de cada sujeto: “Una fobia puede encapsular múltiples problemas psicológicos por lo que es necesario, en primera instancia determinar el origen de la misma. Una técnica, la psicoanalítica, desmenuza la infancia con el fin de encontrar los sucesos traumáticos que derivaron en ese miedo irracional, y en segunda instancia, se enfoca en enfrentar el objeto que produce la fobia de manera paulatina, con el fin de que el sujeto en cuestión trascienda su miedo”.