El Secretario de Salud, anunció la construcción del nuevo Instituto de Diagnóstico y Referencia Epidemiológicos
La confirmación por laboratorio es indispensable para orientar los programas específicos de prevención y control de enfermedades emergentes
Con una inversión de 800 millones de pesos se edificará el nuevo Instituto de Diagnóstico y Referencia Epidemiológicos (InDRE), el cual contará con tecnología de vanguardia y personal altamente capacitado en materia de bioseguridad. Es así como México se inserta entre las naciones mejor preparadas para enfrentar enfermedades emergentes, afirmó el Secretario de Salud, José Ángel Córdova Villalobos.
Al participar en el Simposium del 70 Aniversario del InDRE %u201CInformación de calidad para anticipar%u201D, que se llevó a cabo en el Auditorio de la Academia Nacional de Medicina, Córdova Villalobos subrayó que el avance tecnológico en el diagnóstico de enfermedades es dinámico y se encuentra en constante desarrollo, de ahí que se requiera contar con instituciones encargadas de salvaguardar la bioseguridad y bioprotección de la población.
Precisó que la confirmación por laboratorio es indispensable para orientar los programas específicos de prevención y control de enfermedades emergentes, ya que el no estar preparados para detectarlas oportunamente, conllevaría a tener un desequilibrio grave en los sistemas de salud, con gran impacto humano, social, ambiental, económico y político.
Por lo anterior, dijo, con el nuevo InDRE y la Red Nacional de Laboratorios de Salud Pública nuestro país avanza en la consolidación de un blindaje sanitario, al conformar una base sólida para el diagnóstico de enfermedades relevantes dentro del concepto de %u201Cinteligencia epidemiológica%u201D.
Ante la directora general adjunta del InDRE, Celia Alpuche Aranda, y el Subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Mauricio Hernández, Ávila, Córdova Villalobos señaló que en el contexto global, la inteligencia epidemiológica permite un sistema de alerta temprana ante la aparición de enfermedades ya controladas y las emergentes o relacionadas con bioterrorismo, estas últimas causadas por agentes altamente infecciosos con limitado o nulo tratamiento y sin mecanismos de prevención por vacunas.
Como ejemplo, recordó la situación que se vivió con los brotes del Síndrome Agudo Respiratorio Severo (SARS), originado en China y diseminado al mundo, traspasando los continentes, al afectar a mil 98 personas y provocar 774 muertes.
En Estados Unidos se tuvieron siete casos y en Canadá 361, con 40 fallecimientos. Esta epidemia tuvo un costo en este país de 519 millones de dólares canadienses y posteriormente 722 millones los siguientes tres años, lo que provocó la quiebra del sistema de salud.
Otro caso lo constituye la pandemia de influenza, la cual no está presente entre nosotros, pero se conoce que hay casos aislados graves de influenza H5N1 principalmente en Asia.
Córdova Villalobos puntualizó que antecedentes históricos señalan la probabilidad de aparición de una cepa de influenza con alta virulencia, que podría infectar al 25% de los habitantes.
Ambos ejemplos, destacó, dan la pauta para resaltar la importancia que toma en la actualidad contar con laboratorios de bioseguridad nivel III, que detecten de forma oportuna a nivel nacional e internacional cualquier alerta epidemiológica, para tomar con anticipación las medidas preventivas para proteger a la población y minimizar los daños.
Al respecto enfatizó que el InDRE es la única institución del país que se prepara para responder a situaciones de enfermedades emergentes como el SARS, influenza pandémica e inclusive de bioterrorismo, como ocurrió en el pasado con el problema de ántrax.
Actualmente, indicó este Instituto realiza aproximadamente 250 mil pruebas anuales, cerca de 200 exámenes diagnósticos diferentes que van desde la identificación primaria convencional hasta procesos de alta tecnología molecular.
El simposium organizado por el Centro Nacional de Vigilancia Epidemiológica y Control de Enfermedades y el InDRE, contó con la presencia de los ex directores de este Instituto, así como de los directores de los laboratorios estatales de salud pública, además de invitados internacionales del campo de la bioseguridad.