Ante el informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el cual reportó que a nivel mundial un millón 600 mil personas fallecieron por tuberculosis en 2005, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), la Secretaría de Salud (SSa) y la Universidad de Salamanca, España, unen esfuerzos para buscar una solución definitiva contra este padecimiento.
Gloria María Molina Salinas, doctora en química del Centro de Investigación Biomédica del Noreste, ubicado en Monterrey, Nuevo León, perteneciente al Instituto, señaló que en el Laboratorio de Micobacteriología a su cargo, se han estudiado 620 productos naturales, entre plantas como tomillo, cenizo, hierba de San Nicolás y zapotillo, además de extractos de hongos microscópicos y organismos marinos, con el fin de encontrar el medicamento adecuado.
Cabe destacar que varias de las muestras fueron proporcionadas por la Unidad de Investigación Médica en Farmacología de Productos Naturales del IMSS, el Centro de Investigación Científica de Yucatán y por Universidades de México, Guatemala y Chile.
Además, se han analizado 170 productos de origen sintético, como derivados de isoniazida, moléculas hechas en laboratorio provistas por la Universidad de Salamanca, España, y la Universidad de Morelos.
Explicó que tras un arduo estudio de todas estas sustancias se encontraron dos moléculas que tienen el potencial para ser, en un futuro, medicamentos antituberculosos.
La doctora Molina Salinas explicó que estas moléculas, que tienen por nombre UCI-5 y UCI-7, (por las siglas de las tres instituciones participantes: %u201CU%u201D por la Universidad de Salamanca, %u201CC%u201D por el Centro de Investigación Biomédica del Noreste de Monterrey, Nuevo León, del IMSS, e %u201CI%u201D por el Instituto Nacional de Salud %u201CSalvador Zubirán%u201D), han demostrado una gran efectividad para eliminar a las bacterias de tuberculosis, resistentes a algunos fármacos en la actualidad.
Señaló que la Universidad de Salamanca está gestionando ante organismos internacionales que ambas moléculas tengan registro de patente internacional como posibles medicamentos antituberculosos, lo cual beneficiaría al IMSS, como recurso para impulsar las áreas de investigación del Instituto.
Indicó que estos proyectos de investigación han recibido apoyos económicos del IMSS a través del Fomento a la Investigación Médica (FOFOI), instancia creada para la administración de aportaciones y donativos en apoyo a la investigación médica; del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT) y del Programa Iberoamericano de Ciencia y Tecnología para el Desarrollo (PIBATUB), que a la fecha suman más de 24 millones de pesos, sin contar sueldos de la mayoría de los participantes.
La especialista subrayó que la tuberculosis es una enfermedad infecto-contagiosa que se caracteriza por fiebre, cansancio, falta de apetito, pérdida de peso y depresión, por lo que recomendó a la población que en época de frío, evite los cambios bruscos de temperatura, llevar una buena alimentación y, en caso de padecer tos crónica acompañada de sangre, acudir de inmediato al médico para seguir un tratamiento adecuado en caso de que se trate de tuberculosis.