México D. F.- De acuerdo con la doctora Amparo Hernández, miembro de
El lupus es una enfermedad inflamatoria crónica que puede afectar varias partes del cuerpo, especialmente la piel, articulaciones, sangre y riñones. El sistema inmunológico normalmente produce proteínas llamadas anticuerpos para proteger al organismo en contra de virus, bacterias y otras substancias extrañas denominadas antígenos.
Sin embargo, en una enfermedad autoinmune como lo es el lupus, el sistema inmunológico pierde su habilidad para notar la diferencia entre las partículas extrañas (antígenos) y sus propias células o tejidos, por lo que produce anticuerpos %u201Cen contra de sí mismo%u201D. A estos anticuerpos se les llama %u201Cauto-anticuerpos%u201D los cuales reaccionan con los antígenos propios para formar complejos inmunes. Estos complejos inmunes se producen en el torrente sanguíneo y pueden causar inflamación, daño a los tejidos y dolor.
En la mayoría de la gente, el lupus es una enfermedad benigna que afecta solo unos cuantos órganos. En otros, puede causar serios daños y aun producir problemas que pongan en peligro la vida.
Existen dos tipos de esta enfermedad, uno que sólo afecta a la piel y se conoce como lupus eritematoso cutáneo y otro que repercute en muchos órganos, llamado lupus eritematoso sistémico. Se le ha nombrado lupus porque los pacientes suelen presentar una mancha roja permanente en las mejillas y en el dorso de la nariz que les da (según los médicos que la describieron) una apariencia de lobos; (lupus significa lobo en latín).
La especialista señaló que las alteraciones del sistema inmune pueden incrementarse debido a la exposición solar, predisposición genética, al consumo de algunos medicamentos y al estrés.
Cuando el lupus sólo afecta a la piel las alteraciones aparecen en las zonas expuestas al sol, por ejemplo, en la cara da el aspecto de tener una mariposa dibujada con las alas abiertas; en el dorso de las manos, el cuello y el escote se observan áreas adelgazadas, intensamente rojas, fijas, que no suelen desaparecer por sí solas y cuando lo hacen dejan manchas café oscuro y piel delgada.
Si la enfermedad afecta a otros órganos, se acompaña de anemia, caída del cabello, úlceras pequeñas en la boca, artritis, fatiga, daño al riñón e inflamación de las membranas que cubren órganos internos (como el corazón o pulmones). En la sangre se encuentran elevados los niveles de auto-anticuerpos: tales como anti DNA, anti Smith, y anticardiolipinas.
Un mito muy difundido acerca del lupus es que se trata de una enfermedad mortal y no es así. En muchas ocasiones, este padecimiento sólo afecta a la piel y cuando afecta órganos internos puede ser controlado en la gran mayoría de los casos, aunque requiere de un tratamiento interdisciplinario conformado por el reumatólogo, el dermatólogo y el médico internista.
Es muy importante señalar que en la piel afectada por el lupus hay que evitar los remedios caseros, cremas o medicamentos contra hongos. Esta recomendación viene al caso porque es común que la persona piense que tiene otro tipo de padecimiento, como una infección.
Con un diagnóstico y tratamiento oportunos la enfermedad puede controlarse, aseguró la doctora Hernández. No obstante, los pacientes con lupus deben cuidarse del sol para evitar reactivaciones usando filtro solar, ropa que los proteja (pantalón, manga larga, cuello alto), sombreros, gorras y sombrillas.
Una asoleada intensa (como quemarse en la playa) puede desencadenar la presentación o la reactivación del lupus en las personas susceptibles, advirtió. Finalmente, recomendó acudir con un especialista ante cualquier alteración cutánea que no desaparezca (con aseo suave y humectación) en un plazo de dos semanas, aunque no duela ni produzca comezón.
