México D. F.- El tamoxifeno, medicamento utilizado en el cáncer de mama, parece ser un potencial aliado para tratar el trastorno bipolar, pues, de acuerdo con investigadores estadounidenses, ayudaría a controlar la fase maníaca del padecimiento.
De acuerdo con el doctor Husseini K. Manji, autor del estudio y director del programa de trastornos de la conducta y ansiedad del U. S. National Institute of Mental Health, explicó que %u201Cuno de los problemas con los tratamientos existentes para el trastorno bipolar es que parece haber un largo periodo antes de que comiencen a funcionar%u201D.
Esta característica de los medicamentos utilizados hasta hoy en el trastorno se hace más evidente cuando los pacientes se encuentran en la fase maníaca, cuando la respuesta lenta de los fármacos puede significar que tengan que ser hospitalizados.
La investigación consistió en administrar tamoxifeno a ocho pacientes que experimentaban un episodio maníaco, mientras que otros ocho recibieron un placebo. Tres semanas después, el 63 por ciento de los que tomaron tamoxifeno presentaron una reducción en los síntomas de manía, comparados con el 13 por ciento del grupo de control. Los pacientes que tomaron tamoxifeno respondieron al quinto día de tratamiento.
%u201CComenzamos con 20 miligramos de tamoxifeno al día. Se aumentó cada día, hasta 100 miligramos por día. En el quinto día, literalmente vimos este significativo efecto contra la manía%u201D, lo que con medicamentos estándares se hubiera tomado tres semanas, explicó Manji.
Los medicamentos estándares usados para tratar la manía reducen la actividad de una enzima llamada proteína quinasa C, o PKC, que regula actividades en las células cerebrales. Se cree que esta enzima se activa en exceso cuando los pacientes de trastorno bipolar experimentan un episodio maníaco. De aquí surgió la inquietud por investigar los efectos del tamoxifeno en el padecimiento mental. Según el equipo del doctor Manji, el tamoxifeno también bloquea
Cabe aclarar que el tamoxifeno no puede ser considerado como un nuevo medicamento para el trastorno bipolar, sino que tendría que diseñarse uno nuevo que imite sus efectos en el cerebro, lo que tomará al menos cinco años antes de poder ser aprobado para su venta.
Los resultados de la investigación fueron publicados en la edición en línea del mes de septiembre de la revista Bipolar Disorders.
