México D. F.- Hoy en día existen muchas personas en lista de espera para un trasplante de riñón, y aunque la cultura de la donación ha ido en aumento, los órganos siguen siendo insuficientes. En el caso del trasplante de riñón, no es necesario que el donador haya muerto, pues es posible que una persona done uno de sus riñones y viva perfectamente con el otro.
A pesar de que el sentido común indica que un riñón con cálculos no es útil para ser donado, médicos estadounidenses han comprobado que si los cálculos son pequeños (de menos de cuatro milímetros), es posible trasplantarlos con un riesgo mínimo o tal vez ninguno- para el paciente receptor.
Así lo aseguró el equipo de investigación dirigido por el doctor Chandru P. Sundaram, de la Escuela de Medicina de
Los investigadores describieron la evolución de cinco pacientes que recibieron riñones con un total de ocho cálculos pequeños y sin síntomas detectados con las tomografías. No se observaron problemas metabólicos ni antecedentes previos de cálculos renales en los donantes. Todos los riñones se extrajeron y trasplantaron con los cálculos en su lugar.
Durante un seguimiento de casi dos años, ninguno de los receptores sufrió complicaciones relacionadas con los cálculos, como acumulación de orina en los riñones, insuficiencia renal o aumento de los niveles de creatinina en sangre (signo de enfermedad renal).
La vigilancia de los pacientes trasplantados incluyó tomografías computarizadas, las cuales revelaron la desaparición de cinco de los ocho cálculos. Dos de los cálculos restantes no cambiaron de tamaño y uno creció de
Estos resultados sugieren que trasplantar riñones con uno o dos cálculos sin síntomas %u201Cpodría ser seguro si se realiza el seguimiento y el control adecuados%u201D, el donante no tiene antecedentes de cálculos renales y los análisis metabólicos son negativos, concluyeron los médicos.
