Los asiáticos sobreviven más al cáncer de próstata
México D. F.- Investigadores estadounidenses realizaron un estudio comparativo sobre la incidencia del cáncer de próstata que arrojó resultados muy interesantes, pero también un tanto paradójicos.
En general, el estudio descubrió que los hombres asiáticos (a excepción de los del sudeste asiático) tienen una mejor esperanza de supervivencia ante el cáncer de próstata que los hombres blancos. Sin embargo %u2013y aquí la paradoja- la enfermedad es usualmente detectada en etapas y edades avanzadas en los asiáticos.
%u201CCasi todos los asiáticos suelen mejorar cuando se les diagnostica el cáncer de próstata, pero los hombres indios (de la India) no lo hacen en la misma medida, de hecho, (sus expectativas) son peores que las del resto de los hombres, incluyendo negros y blancos%u201D, explicó el doctor Anthony Robbins, del California Cancer Registry, que además dirigió la investigación.
Robbins y su equipo recolectaron datos de casi 120 mil hombres (116, 916 para ser exactos, 108, 076 blancos y 8, 840 asiáticos de las seis etnias más representativas: chinos, filipinos, japoneses, coreanos, sudasiáticos y vietnamitas) con cáncer de próstata. Los investigadores los pronósticos de supervivencia.
Los resultados mostraron que el perfil de riesgo de los hombres asiáticos para desarrollar cáncer de próstata era peor comparados con el de los blancos. De acuerdo con el estudio, los asiáticos eran más propensos a padecer las etapas avanzadas de la enfermedad y a utilizar terapias no-curativas; sin embargo (con excepción de los asiáticos del sur), sus tarifas de supervivencia fueron iguales o mejores que las de los blancos.
Los estadounidenses de ascendencia japonesa fueron 34 por ciento menos proclives al cáncer de la próstata comparados con blancos, pero los asiáticos del sur (de la India, Paquistán, Bangladesh, Sri Lanka, Nepal, y Bhután) fueron 40 por ciento más propensos a morir por la enfermedad.
Entre los factores relacionados con estas diferencias se encuentran la dieta, los hábitos de ejercicio y la genética, explicó Robbins, quien agregó que los médicos deberían estar enterados de que %u201Cestas diferencias se pueden utilizar como factores para planear el tratamiento de sus pacientes, así como para comunicarle al mismo sus probabilidades de supervivencia%u201D